domingo, 10 de mayo de 2009

MIENTRAS TE QUEDES


La noche aparece resplandeciente ante mí. La luna me muestra su más espectacular vestido de luz, y tú, como una vez, hace ya tanto tiempo, reapareces desde las sombras del limonero, me tomas en tus brazos y me haces entender que Morfeo no me visitará hoy, que está demasiado ocupado haciendo dormir al resto y así dejar la noche viva sólo para nosotros. Mientras te abrazo, pienso que tardaré mucho en poder agradecérselo.