El mar y yo estamos haciendo las paces. Hoy me ha proporcionado un baño genial, con su poco de incertidumbre en la entrada y luego… meciéndome suavemente mientras me dejo flotar. Dando vueltas como las focas o haciendo inmersión como los delfines. Realmente me siento como una foca, pero con menos grasa (espero) ¿Por qué se utilizará de forma despectiva este animal tan divertido? A mí me encanta, lo confieso. Me sumerjo en el azul profundo y contemplo el horizonte, disolviéndose así los malos pensamientos. El mar me llena de energía positiva. Me renuevo. Y por la tarde me despido contemplando los brillos en el agua durante la puesta de sol. Hay días que siento los veranos tan largos como de niña.
miércoles, 24 de agosto de 2011
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