En el corazón de la montaña Carpenski, Urales arriba, se tiene lista la bomba definitiva, la que todos los países querrían tener. Se le pasa un pañito para darle brillo. El físico Kokoplanoff, tras veinte años de trabajo, ha grabado ya el mensaje para todas las grandes potencias mundiales. Transcribimos:
Kokoplanoff:
Kapitialista puerka: Bombovna tieniemos para rompedoura total de vuestros pueblos y aparatos de miúsika rokiera kaspotsa.
Respuesta de la ONU:
Mire, sin rencor ninguno, pero le respondemos desde el planeta Morgueño, de la galaxia Marujita, donde residimos en alquiler desde hace doce años, justo diez días antes de que diera el petardazo el planeta Tierra, cuando ensayó la bomba absoluta el Tonto de Toronto, que parecía que iba en cuarto lugar según las encuestas, fíjese. En resumen, lo que queda ahí desde donde usted nos habla, viene a valer para doce o quince campos de fútbol todo lo más.
Kokoplanoff:
Endemientrias comunikiatzión con viosotros, hago vitsualidad por vientana; retzsultado: los dotse campos de futbolav serrían pequenios, sutsios y sin graderríos ni vistuarrios. Equipa de trebajo, en fiuturros tiempa de estudio, hará calkulattoria sobre donde exiactamiente nos introdutciremos nuestra bomba. Cambio.
LA ONU: Y esta conferencia, ¿quién la paga?
Kokoplanoff:
No hay cura. Kapitialista puerka hasta la sepiultura.
1 comentario:
¡Uy, por Dios bendito! ¡Lo que me he reído! Bienvenidos esos golpes tuyos de siempre.Yo sí que envidio ese reflejo para atrapar el humor,que tú posees.
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