Mirando este río, ante el cual aparezco, imagino por un momento, como si de mi propia realidad
se tratase, una tarde cálida, sentado al incitante borde de una de sus dos orillas.
Las tardes de Salzburgo deben parecer fugaces, poco generosas para el viajero, que deseará vivirlas ampliamente, sin temor a la noche amenazadora, que promete volver a diario, puntual a su cita.
Qué desdicha aquélla que me colocó al otro lado, parando aquí mi tiempo, siendo todo mío este lugar hermoso sin tenerlo, dejándome acariciar al aire sin sentirlo y al violín, que como yo, descansa, en un silencio eterno.
(Wolfgang Amadeus Mozart.)
(Wolfgang Amadeus Mozart.)
10 comentarios:
Isa. Tu relato es una invitación para mí. ¿Recuerdas el que me inspiró? Pues no lo tengo. Si tú lo tienes mándamelo que me encantaría que estuviera con el tuyo.
Hola, Loli:
Como te dije por correo, no tengo tu relato. De todas formas intenta hacerlo de nuevo, que te espero, ¿vale?
Me gusta ese toque melancólico que deja.
Me imagino a ese músico maravilloso de niño jugando junto al rio,corriendo de aquí para allá, llenando su alma de melodías que algún día no lejano dejará vivir en las cuerdas de su violín. ¡Qué hermoso es crear y dar acordes a la vida que nos rodea!
Vuestros comentarios me incitan a seguir la "Historia".Gracias. La mascota me encanta.
Belleza fugaz, tarde que apremia, nota del violín para un instante. Y todo eterno.
La escena, la idea sugerente, la ambientación son atractivas, pero hay partes que me "rechinan" un poco. Ya te las comento cuando nos veamos.
Estupendo, José Antonio. Ya sabes que, como buena alumna, te haré caso.
Enhorabuena por esta joyita.
Wolfgang niño hubiera estado encantado de ponerle música.
¿Qué tal unas palabras para encauzar el aria de la Reina de la Noche?
¿Sabes qué pasa, anónimo? Pues que La Reina De La Noche me parece un personaje algo siniestro y no sé si en estos momentos me inspiraría. Agradezco tu comentario.
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