Que no aten con razón, que no soportas
que invadan tus dominios de cordura.
Date aire, invitando a la locura;
verás como razonas, cómo cortas
y desarmas tan lógica atadura.
Suelta el freno a expresar todo contacto,
fríamente, sabiendo que se dice
lo que antes se ha pensado y se bendice,
sin rozar, sin el goce, sin el tacto.
Soñando en fabricar versos felices
Porque riman lo medido y sale exacto.
Quita reglas, cadenas y repasos,
saca fuera el candado a las palabras,
demostrando que, en la vida que nos labras,
mandas tú y no manda un marcapasos.
Y no acabes ni un poema con tristeza:
Sale mucho más fuerte que una bala
ese verso que te ronda la cabeza,
pues nos deja, estando escrito, de una pieza,
y con el miedo perdido: Poeta, empieza,
otro poema, otro mundo, y nos regalas,
desbordando amor y caos, la belleza.
6 comentarios:
Me has incitado a correr hacia la página en blanco, deseosa de unos cuantos versos cazados al aire. ¡Qué final tan hermoso!
El final del poema me ha recordado a la canción de Aute, "la belleza, la belleza..."¿Hay algo más bello que unas manos que dibujan con esmero un verso?.Sólo los ojos del que amo, y que ama cuanto amo.
Es lo que sienten los que de verdad aman este noble oficio de la escritura: una explosión, un derroche de sensaciones.¡Qué bien escrito, Gabriel!
Dan ganas de escribir, de volver al mundo real de papel y soñar sobre el cemento. El libre oficio de la poesía, de la literatura. Eso que nos eleva y nos derrota, eso que cuando vence, nos atrapa. Esa lucha de titanes. El deseo de ser valientes.
Es intenso, libre, animoso. Algunos de mis amigos poetas debían probar a sentir y escribir sin la atadura de la rima que a veces tanto condiciona.
Desconocía tu faceta poética, Gabriel.
Pasiones humanas ¿Nos conocemos? Tienen algo familiar tus comentarios.
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