Un día, ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo: "La conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud, su rostro de muchacha me gustaba mucho menos que el de ahora, devastado".
(De El amante, Marguerite Duras)
El tiempo no existe, existe mi cara
y los surcos que la surcan.
Nuestro amor existe
y sin embargo estamos lejos,
devastados.
Porque tú andas, corres, vuelas
y sobre mí pasan los surcos.
6 comentarios:
¡Qué preciosidad! La aportación que haces a El Amante, no tiene desperdicio. "Todos los días que te pierdo", sí, porque no perdemos a los que amamos en un sólo día. Me has emocionado por cómo muestras lo que ambas cosas provocan en cada uno de los dos. Un beso de los grandes.
Voy a aprenderme cada uno de estos versos, y así, guardarlos en mi memoria para siempre.
"Aunque parezca mentira, me pongo colorado cuando me miras".
Anunciaste un complemento del texto de M Duras con tu poema. Te aseguro que, sin dudar de la belleza del primero, es tu poema quien redondea la historia con su belleza.
Es un poema muy bien construido. Dicen que hay que narrar y hacer renacer algo en cada poesía para hacerla plena. Así se cumple en tus versos, donde se recorre una vida entera de amor, por encima de los surcos.
Muy bueno.
El puente que tiendes al texto de M. Duras es realmente hermoso.
Qué declaración al más estilo Lorenzo. Me encanta. Así las quiero todas. Así quiero la que a mí me corresponda.
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