La pequeña Genoveva falleció con sólo seis años.
Era una niña muy dulce, tenía una cara redondita en la cual lucía unos hermosos ojos color de cielo, y un pelo rubio rizado.
No se supo qué mal se la llevó, pero dada la escasez de alimentos que existía, doy en pensar que murió de inanicion.
La amortajaron con un vestidito rojo de seda que su madre guardaba para las ocasiones. El rojo que no pudo lucir en sus mejillas durante su corta vida.
6 comentarios:
que triste historia! La muerte de una niña es lo peor que puede pasar. Un beso.
Estoy con Fernando. Y cuentas la historia con gran sencillez y ternura.
Un beso.
Dolorosa pérdida, y parece mentira que siga pasando a diario. Has retratado una escena terrible de la manera más dulce.
A mí me ha transportado a tiempos que por suerte no viví, pero de los que he oído hablar. Un tema muy duro pero tratado con una delicadeza sin igual.
Triste pero cargada de ternura esta historia.
No nos des a beber a gotitas tu buen hacer. Se te extrtaña entre estas hojas imaginarias del blog.
Qué imagen tan impactante cuentas, y qué bien la cuentas, Paquita. Me parece un texto místico, lo es, vaya. Mil besos.
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