viernes, 27 de febrero de 2009

Aguafuerte

"La tarde está muriendo
como un ho
gar humilde que se apaga."
(Antonio Machado)

 
El amor es travieso y caprichoso
como el agua que resbala de la fuente.
Y en esa inercia ciega
donde brota la pasión, 

como cántaros,
se han roto dos corazones.

Que la tarde que huele a barro
me perdone; que los caminos
entre naranjos
borren tu dolor, que de mi agua
nazca blanco tu azahar.


3 comentarios:

Isa dijo...

Eso, que te perdone la tarde, porque yo le doy gracias al dolor que es el causante de esta belleza.
El azahar recién nacido me ha traído su aroma hasta mi casa.

Peneka dijo...

No quiero comentarte tu poema...

Solo quiero leerlo hasta grabarlo en mi memoria,
para que cuando de mayor vuelva a ser niña,
me refugie en él y te recuerde,
como el poeta que beso mis labios,
que me hizo reir...

Solo quiero leer tu poema y hacerlo tan mio,
que cuando venga la noche,
lo recite una y otra vez,
hasta que el aroma de azahar llene mi casa y mi alma...


Y entonces, llegará la primavera.

Gabriel dijo...

Resumes el amor y el dolor con versos que encogen el corazón, Lorenzo. De lo mejor que he leído.
Un abrazo.