Un día dejaste de decirme cosas bonitas
y desde entonces pensé que ya no te gustaba.
Pasaron los días y fué precisamente en esos días
en los que cerrabas los ojos y a mi lado dormías,
me mirabas mientras comía
o me cantabas canciones sin necesidad de pedírtelas.
Y es precisamente por esos días
cuando aprendí a tejer este poema
para hacerlo abrazo y abrigarte con él.
martes, 24 de febrero de 2009
Dónde se acaba el piropo no se acaba el amor
Publicado por LaRubia en martes, febrero 24, 2009
Etiquetas: LaRubia
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5 comentarios:
Qué mejor abrigo que un poema recien salido del calor del corazón.
Un beso, guapa.
Es un poema tejido para enamorar cuando se piensa que eso está ya hecho: Todos y cada uno de los días.
Un beso.
No hay mayor piropo que el que te dediquen una pícara o cálida mirada después de muchos años. Me gusta mucho lo de tejer el poema. Enhorabuena.
cierto, en los silencios suele haber más amor y ternura que enlas palabras, me encanta guapa.
Paquita
cierto, en los silencios suele haber más amor y ternura que enlas palabras, me encanta guapa.
Paquita
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