En la puerta había una gorra negra. Y por más que la invité a que pasara, no llegué a conseguirlo. Me dejaba entrever su angustia al imaginarse rodeada, en el interior de casa por mi familia, todos sombreros de copa.
miércoles, 4 de marzo de 2009
COMPLEJOS
En la puerta había una gorra negra. Y por más que la invité a que pasara, no llegué a conseguirlo. Me dejaba entrever su angustia al imaginarse rodeada, en el interior de casa por mi familia, todos sombreros de copa.
Publicado por Isa en miércoles, marzo 04, 2009
Etiquetas: Isa
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4 comentarios:
Seguramente no quiso entrar porque no queríaq "vivir de GORRA", o con la "GORRA" de su madre...
Bueno, bromas fuera, me parece una buena idea esa de enfrentar los dos mundos., aunque si yo tuviese que elegir, lo tendría claro...¡¡¡donde esté una buena gorra...!!!
Pobrecita gorra, puedo imaginar cómo se sentía.
Besos.
¡Y yo que me siento "gorra" en muchos sitios a los que voy! ahora sí que entro ¡ y que miren! ja, ja.
Debía ser engorroso, lo comprendo. Lo que me gusta es tu invitación, sin dejarte asombrar por tu familia... y ofrecer una copa.
Besos.
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