Melilla.
Al ofrecerles cobrar el doble de lo que percibían por su mismo trabajo en la Península, pero yendo a trabajar la mitad de las horas de la mitad de los días laborables, los hermanos siameses José y Juan Tomasera decidieron trabajar en Melilla como catadores de vino. Pero un día, a la segunda copa, uno de ellos veía doble y el otro pedía un plus al compartir el hígado. El proceso de confeccionar sus nóminas traía amargadito al contable de su empresa.
2 comentarios:
¡Por favor! ¡Ya es imaginación!
Ruego tenga a bien escribir alguna vez acerca de las ventajas siamesas.
:))
La suerte es que la profesión de ambos era la misma ¿verdad? porque si no, uno tendría que trabajar de dia y el otro de noche sin posibilidad de descanso y si uno bebe y el otro abstenio...oye, esto da para mucho, jajaja
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