Tras una semana llorando, en su casa a solas, decidió vivir un poco la vida. Su estrategia anterior le había fallado, así que se propuso tener más decisión en la siguiente relación.
Eso era mucho más fácil de pensar que de hacer, así que comenzó por lo que ya sabía. Se compró un periódico y se sentó en una cafetería a leerlo mientras observaba de soslayo al resto de clientes.
Un hombre bien parecido estaba entretenido con su agenda electrónica mientras desayunaba. Un par de días lo localizó de igual modo. Se fijó que no tenía anillo y que nunca iba acompañado. El tercer día se decidió a abordarle. Esperó a que las demás mesas estuviesen ocupadas y entonces le pediría compartir la suya. Metió tripa, sacó pecho, se alborotó el cabello y con paso firme, el bolso a la bandolera y sus tacones de 15 cm se acercó a la mesa al mismo tiempo que el camarero salía con su bandeja repleta de desayunos y no la vio. Chocaron. Cayeron con enorme estrépito. A la chica la atendió una adorable anciana que había sido médico. Al camarero lo increpó el dueño del establecimiento y un par de clientes contrariados por haberse quedado sin café. El de la agenda electrónica seguía jugando a lo mismo. Ella, cogió su amor propio, y con los zapatos en la mano se marchó a casa.
6 comentarios:
Jajajá...¡qué bueno!. Te cuento: Creí yo esta vez, "tópica de mí", que con ese revolcón involuntario, se le olvidaría el otro y se enamoraría a primera vista del camarero; pero no. Coges tú y lo resuelves mucho más dignamente (para mí, magistralmente) y me dejas con la boca abierta y los tacones colgando.
Enhorabuena, campeona. Espero más de la saga. Un beso.
Jaja, ¡ahí, con dos tacones (y qué altos)!
Bueno, yo también pensé como Isa, pero la cosa no fue tan sencilla.
¿Tercera tentativa? ¡Venga, por favor!
Que buen relato Inma.Tambien fué
mala suerte, ya que la criatura ha
cia el intento de conquistar por tercera vez, va el camarero y se interpone en su camino, un desastre
te felicito, un abrazo.
Gracias compis, a ver si logro que la tercera entrega tenga el mismo interés, jajaja
"metió tripa, sacó pecho..."jejejeje, y esa pobre en busca y captura, y él susodicho, ausente, ajeno a tanto interés femenino.
¿por qué no la llevas a una agencia matrimonial?, a lo mejor allí tiene más suerte.
Me encanta esta serie de intentos logrados de desamores. Además, disfruto con una mayor capacidad de visión de la misma escena desde distintos personajes, con su implicación aumentando poco a poco.
La descripción, cada vez más detallada. Como los grandes directores, contratas para la siguiente puntatta mejores actores que vivan tus relatos, porque tus guiones son más finos y más ricos y ellos se esmeran.
Y ese sentido del humor, que siempre festejo y te agradezco, un regalo.
Besos.
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