El SPIDS.
Conocido científicamente como el síndrome de pringue interdigital solidificada, se genera en un amplio sector de la población peatonal, si bien quien lo padece es, en general, el sector callista y podológico, además del vendedor de zapatos sorprendido a traición.
Muy común entre carteros y pastores, el reciente descubrimiento de dedos en dichos pies, gracias al uso de sopletes, ha supuesto un extraordinario avance en el estudio de esta patología.
Tratamiento: Extirpación de calcetas y ataque detergéntico a presión para ambos pies, en contra de la tradición clínica seguida desde mediados del siglo XI, muy a favor de lavar sólo uno al año, por si se usaba en los oficios de la Semana Santa. Tras la retirada y quema pública de los envoltorios, aplicar una mezcla contundente de cosas que hayan hervido y, si puede ser, sigan hirviendo un rato con los pies dentro. Repetir cada cuatro horas, renovando las mascarillas pero sin retirar la pinza de la nariz.
Se aconseja su aplicación en períodos de resfriado intenso de los profesionales y en espacios cercanos a Tarifa, conocidos por la fuerza con la que sus vientos ahuyentan los malos espíritus.
5 comentarios:
¡Qué asco más grande, por dios!
Es cierto: los malos espíritus suelen ir acompañados de un olor putrefacto (aunque creo que no tanto como este).
Admiro tu capacidad inventiva profundamente. A ver cuándo me das la receta.
¡Apestosa patología inventaste! ¿o quizás no sea inventada y has podido corroborarla cuando vendías zapatos? jajaja
Ante las graves acusaciones, veladas y sutiles, de posible intromisión en el excelso gremio de los vendedores de zapatos, extendemos la siguiente nota de protesta:
"Esta comunicación, de extraordinario rigor científico, no ha sido experimentada por el autor de la nota, en general amigo del trabajo de campo. Otrosí, confieso que las fuentes consultadas confirman como innegable los distintos apartados expuestos, tanto en el campo teórico como en el de la profilaxis sin aportar esta última ningún conocimiento previo del autor de la nota."
Debido a la extraordinaria controversia surgida por la quizá polémica exposición interdigital, el autor de la nota del SPIDS se mantendrá durante ocho minutos en un silencio rayano en lo monacal, período durante el cual no comerá uvas, pan ácimo ni batidos de mortadela. Suponemos que con esa acción de protesta se terminarán las durísimas muestras de incredulidad respecto a la divulgación científica.
Aquí, a hoy de hoy de dos mil hoy.
Desde luego, no sé si podré escribirte algo porque no puedo parar de reirme.
Eres el "GENIO DE LO ABSURDO PROVOCADOR DE CARCAJADAS", siguiendo tus pasos GAPC, que se parece mucho a jajajaja
Me encantan tus relatos, aunque como éste, provoquen cuanto menos el vómito
¡JA!
¡Había dedos!
(¡Qué asco de precisión científica!)
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