En las horas brujas
de la anochecida,
a pocos minutos
de ponerse el Sol,
bandadas de pájaros
van volando y pían
hacia su refugio
buscando el amor.
Y por la mañana
del naciente día,
cuando el astro rey
comienza a brillar,
en el Universo
despierta la vida;
así un día y otro,
así hasta el final.
5 comentarios:
No por repetida tiene menos belleza esa hora de la tarde que plasmas tan bien en tu poema.
Me gusta que el Amor surja aliado con la hora bruja, y que sea el motor del Mecanismo Universal.
Y me gusta que algo tan profundo se pueda plasmar en unos versos cantarines, para el juego de los niños en los patios.
Un beso.
Es PRECIOSO, Paquita.
Gracias.
¡qué alegría transmiten ese revoletear de pajarillos al amanecer, y esa calma, cuando poco a poco se van acercando al nido, para descansar, para renovar las fuerzas del día venidero!
Me uno a Gabriel, parece una cancioncilla infantil
¡Ay, Paquita, qué cosa más linda! Preciosa canción ésta. Me gustaría poder cantarla.
Debo estar algo obsesionada, porque últimamente,casi todo me suena a canción.
Un beso.
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