Ayer domingo, acompañados de un Sol preparado para grandes acontecimientos, el ejército, agolpado en las aceras de la capital, gritaba enfervorizado al paso de los ciudadanos en el día de las Fuerzas Civiles.
Abriendo el magno desfile, bebés en cunas de grandes ruedas adaptadas a todo terreno sonreían a izquierda y derecha empujados por tracción niñera, protagonizada por jóvenes que, en el transcurso de sus últimos años de universidad, compaginaban esta actividad para no depender de la ayuda familiar.
Detrás, unos niños bien educados, jugaban a cosas de niños, hablaban como niños y no bebían más que agua y zumos.
En medio, como grueso de la parada civil, una clase trabajadora preparada y con signos de estabilidad laboral y social, saludaba al paso, recogiendo los claveles que les enviaban desde los tanques blindados.
Al final, una digna representación de nuestros mayores, titulares de pensiones dignas y ayudados por profesionales pero acompañados de sus familiares, cerraba esta explosión de fortaleza y cohesión de nuestra sociedad.
Como anécdota, muy celebrada con risas, un payaso sostenía una pancarta aludiendo a la clase política, esa gente tan rara del siglo aquel antes del Sentido Común.
7 comentarios:
¡qué hermoso desfile este que describes!
¡cómo de diferente sería todo!
¡qué mundo mas humano para habitar!
Yo, me pido cerrar el mismo, con mi nariz roja y unos enormes zapatones de puntas redondeadas.
Me sumo a Beli y califico el defile de hermoso, ojala fuese todo cierto yno la parafernalia
guerrera de todos los años, que la verdad, no sé para que sirve
un beso
Has humanizado la foto. Yo también me apunto a la nariz roja.
Un beso, compañero.
"Todas estas cosas había una vez cuando yo soñaba un mundo al revés"
Es muy bonito. Y es urgente que celebremos ya ese Sentido Común.
¿Cuando fue la revolución que provocó el cambio? Me apunto a ella, que hoy me coge guerrillera. Si se te ocurre cómo empezarla, llámame que te apoyo.
Me lo enviaron por correo y me acordé de tu desfile.
http://www.youtube.com/watch?v=HeFvIH0EHEM
...la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
¡Somos muchísimos deseando lo mismo!
:)
¡Delicioso Eduardo Galiano!
Muchas gracias, Clea. Un regalo precioso.
Publicar un comentario