Quise jugar a amar como un deporte sano,
en donde el respirar se encargaría de todo:
formas, maneras, modales y hasta el modo,
ejemplo: al principio hay que besar la mano.
Más tarde, es lo normal, calentamiento
que pondrá al cuerpo a punto o parecido,
y músculos, y huesos, tendones retorcidos,
darán el paso a un buen estiramiento,
imprescindible en estos lances conocidos.
No pararé, supongo, a recobrar aliento,
listo para salir del punto de salida...
Aquí me pararás como la vela al viento
y harás que amar sea cosa distinguida
de dar carreras, sustos y aspavientos.
-Pues soñaré rabioso en mil mujeres,
que aprecien mis deseos, de amante furibundo
diré sin mal decirte que me quieres.
Responderás, sin levantarte de la cama:
-Podrás buscarlas, dar la vuelta al mundo,
pero busca a la vez mujer y dama.
Me detuve en la puerta y me callé
la fuerza quieta, la sonrisa helada,
seguro que otros besos, me pensé,
tendrían para mí sabor a nada.
Así que aún sin vestirme, me acosté,
rompí el billete de ida y me quedé
para aprender amor de labios de mi amada.
4 comentarios:
Bueno, qué extraña lección de amor.
¿por qué amar como un deporte? Poco romanticismo el del chico y buena salida la de la chica que acaba sacando lo mejor de él. Sin duda es muy original.
Algo turbulento ese amor, aunque
al final es sensato y se queda con
su amada, como debe ser claro quesí
un beso.
"Aqui me pararás como la vela al viento",me gusta la imagen que describes, con delicadeza(como es tu estilo)pero me uno a Inma en que no entiendo bien el juego entre el deporte y el amor.
Sin ninguna duda, para mí, los versos finales son los mejores, no por "el triunfo" del amor, sino por la sencillez de su mensaje.
Besos marineros
Lo demás sobra. ¿Para que emprender tal viaje, teniendo el mundo en tu cama?
Buen planteamiento, Gabriel, y con un final muy acertado: chica inteligente y chico algo travieso que llega a entender que no necesita más de lo que tiene al lado.
A nuestras amigas les contesto que claro que algunos toman el amor como un deporte (JAJAJÁ); algunos y algunas. Gente competitiva, qué le vamos a hacer.
Un beso, compañero.
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