¡Y de repente el chispazo! Me he emocionado con estos versos. Son hermosos y dulces. Y quitan el miedo. Y el comentario, que siempre busco como la guinda de los pasteles, lo agradezco. Gracias a las tres y a cualquier hora.
En esos momentos donde no se sabe donde está la vida, donde perdida la esperanza se sigue luchando por algo que no se adivina bien qué es...entonces la voz amiga te indica un camino, y te dejas llevar al otro lado, de la mano, sin miedo. Gracias por tu precioso haiku, Beli.Ayer saqué fuerzas para convertirme Caronte gracias a tí. Serás el mío cuando te necesite.Te estaré esperando.
Beli hermoso poema y buen comentario de Inma, es bonito tener siempre en la otra orilla a alguien que nos esté esperando, y es triste cuando el barquero al que esperas se ha marchado. un beso.
6 comentarios:
Yo quiero tener a mi lado, en el último momento a un Caronte como tú Beli, a uno como tú, Inma.
Quiero llevarme a la otra orilla todo el amor que dejaré al borde de esta.
Precioso, Beli.
Un abrazo a las dos.
¡Y de repente el chispazo!
Me he emocionado con estos versos. Son hermosos y dulces. Y quitan el miedo.
Y el comentario, que siempre busco como la guinda de los pasteles, lo agradezco.
Gracias a las tres y a cualquier hora.
En esos momentos donde no se sabe donde está la vida, donde perdida la esperanza se sigue luchando por algo que no se adivina bien qué es...entonces la voz amiga te indica un camino, y te dejas llevar al otro lado, de la mano, sin miedo. Gracias por tu precioso haiku, Beli.Ayer saqué fuerzas para convertirme Caronte gracias a tí. Serás el mío cuando te necesite.Te estaré esperando.
Beli hermoso poema y buen comentario de Inma, es bonito tener
siempre en la otra orilla a alguien que nos esté esperando, y es triste cuando el barquero al que esperas se ha marchado.
un beso.
Paquita, ese barquero está siempre ahí. No se marcha. Siempre esperará por tí (según la mitología, claro).
Solo para que sepas que Oliva de Haviland leyó tu poema. Un beso.
Publicar un comentario