Cantar para cien edades
si te pones a contar,
necesita habilidades
como hace Inma al mezclar
clásicos con novedades.
Aquellos niños en corro:
pantallas blancas de tela,
la bruja del abejorro
y el príncipe da socorro
a la princesita Adela:
Inma modela entonar
poemas en cantinela,
para que cante un juglar
y baile un polichinela.
Algún cuento con reptil,
que será después vencido
y en un gran saco metido,
porque el público infantil
ya lo tiene decidido
O fábulas navideñas,
de encuentros desafinados
de villancicos cantados
junto al fuego de la leña.
Y juntos, por descontado.
Como hace magia el brujo,
en verano o en invierno
Inma siembra con dibujos,
lo guarda en paraleernos,
y tú, tan sólo con vernos,
te encuentras con ese lujo.
A Inma.
4 comentarios:
Tú sí que eres un lujo de amigo, Gabriel. Me has emocionado con tu poema sacado del corazón y que llega directo al mío. El "para que cante un juglar y baile un polichinela" es de las frases más bonitas que has podido decir de mi poesía. Gracias por el poema, por estar ahí y por todo el trabajo que te tomas para mantener vivo el blog. Un besazo y un abrazo.
Corroboro el comentario de Inma absolutamente. Ya no sé qué más decirte, don Gabriel. Eso, que eres un lujo; nosotros contigo disfrutamos de ese lujo.
Gracias por todo, caballero andante.
Tú si que eres un juglar, un inventor de palabras, de sueños, de historias...vividas o narradas.
Tú si que eres, Gabriel,el señor de nuestro encuentro, en este paraleernos, que mantienes vivo con tu fuego, ese que nunca se apaga.
Besos de mil palabras con que contar las historias por tí narradas
La poesía de Inma me traslada a los momentos más felices de la infancia que nunca olvidaré pero ella los enriquece aún más si cabe. El cariño que transmite a través de su poesía no tiene precio, como ésta que le has dedicado, Gabriel.
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