Será el verla sonriente,
pero también escribir
lo que escribe: ese torrente
de versos, Guadalquivir
sobre temas referentes:
reír, llorar y vivir
con espíritu valiente.
Niña antes, mujer fuego
con las inciviles bombas,
que deshicieron el juego
y los saltos de la comba.
Lectora, madre, cantora,
abuela, siempre poetisa,
que no pide ni una misa,
pero reza a todas horas
con su mirada y su risa.
La firmeza de sus credos,
los enredos de sus cantes
modernos y los de antes,
de amores y otros enredos
en cuartetos elegantes.
Gracias, amiga querida
por tu voluntad de hacernos
poemas para leernos:
poemas llenos de vida.
A Paquita
4 comentarios:
Por Dios, Gabriel. Este poema-dedicatoria me ha llegado al alma.
De qué manera, con cuánta sensibilidad has recorrido el camino de una vida, que por ser la que fue, precisamente, y no otra, hoy tenemos a nuestro lado a una persona de tal calidad en todos los sentidos, como es nuestra querida compañera y amiga, Paquita.
Gracias de corazón, porque este regalo es para ella, qué decir tiene; pero también para nosotros.
Un beso. A los dos.
Me olvidé de decir lo que siempre digo cuando hablo de ella, o con ella: "de mayor, quiero ser como tú".
Si hay que ponerse a la cola, pido la vez...¿quién es el último/a para ser de mayor como Paquita?
Precioso regalo, de alguien tan "precioso"como tú
Tan loable este poema como todos los que has hecho, pero éste me resulta realmente muy especial para una persona como Paquita, que se merece todos los poemas del mundo.
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