Peter tenía el balón bien atrapado entre las manos, los codos abiertos y las piernas flexionadas, como decía el entrenador Cooper. Los segundos transcurrían y no tenía a quien pasar la responsabilidad, con los gritos del pabellón retumbando en su cerebro y sin poder hablar con nadie. Cerró los ojos y lanzó el esférico con el mejor estilo: salto coordinado, impulso de la mano derecha con apoyo en la izquierda y posterior permanencia en extensión del brazo.
El balón salió limpiamente por la ventana del pabellón, botó con estruendo en el techo del Cadillac del entrenador Cooper y activó la chirriante alarma de robo, suficiente para indicar el salto inicial y principio del partido. Pensó en gestos para el resto de decisiones arbitrales, pero no hizo falta: la palmada en la espalda del entrenador Cooper le hizo escupir el silbato y el partido se desarrolló con normalidad.
3 comentarios:
¡¡El efecto mariposa!!
:)
Que el 2011 sea un año generoso.
Muchos besos y felicidades para todos.
Muchas felicidades. Celebro que estés de nuevo por aquí.
Un beso.
Un golpecito necesitamos + de una para escupir no el silbato, sino palabras. Me alegro como siempre mantengas nuestro blog con novedades porque las vacaciones han sido "mu malitas" para la escritura. Empezaremos el año con nuevos propósitos. Felicidades a todos.
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