ALMEJAS NUMERADAS EN CÁSCARA AJENA AL PUNTO DE ANÍS SOBRE HOJAS FRESCAS DE BRÉCOL.
Damos la forma de cocinar el plato según la tradición judeo vikinga más tradicional.
Ingredientes: Almejas promiscuas del Senegal, una por persona y día. Cuatro gramos de llanto de león adulto, sal, agua y pimentón. Brécol crudo, cocido y frito. Extracto de anís.
Preparación: Cada almeja se mete en cáscara distinta a la que le ha dado la vida. A continuación, se hierven por sorpresa en agua con sal hasta que griten de dolor.
En frío, se trituran con el brécol, hasta formar una pasta de aspecto siniestro y espeso que se vierte, espolvoreada de pimentón, en otra cáscara distinta, la tercera.
Se comen de pie, mirando hacia el lado distinto de aquél al que habitualmente giramos para rascarnos la espalda. Se quita el rasposeo de la garganta con un traguito de anís, viendo que el estómago va a liarla.
Para vomitar se guarda el turno que asigna el número impreso en la concha que nos ha tocado.
Por último, se espera a que se enfríe la tortilla de patatas de la abuela y a dormir, que no son horas de andar por ahí haciendo el pollindonga.
4 comentarios:
¡¡¡Jajajá..., tanto lío pa na!!!
¡Mira que eres bueno!
Un beso para el amigo más ingenioso que tengo.
Suscrivo todo lo que dice Isa,
eres realmente genial. Un abrazo
Me quedo con el título, amigo. El punto de esperar turno para vomitar me parece estupendo también ¡qué ocurrencia! Por cierto...¿Qué cocinaste para el menú de fin de año?
Verdad, jaja, qué jaleo pa ná, bueno, sí, pa vomitá según el número que te toque y luego tomarte un reconstituyente de tortilla de patatas. Humor con cáscara por todos lados. Un abrazo.
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