Il Desatascatore, de Julepe
Mierdi.
En
miles de hogares de una “ciutá” imaginaria, donde ni se concibe papelera alguna
adjunta al “silloni tronanti”, se produce el Caos Total mediante la “obstruccione”,
o “atascanto” en los palacetes, al darse una coincidencia del mismo momento
cumbre de la “poblazione”.
Como
detalle junto al claro mensaje medioambiental de la ópera, se reparte el
libreto realizado en suave –y muy delicuescente- papel higienizado para el post
sit daun explossion.
Tras
la obertura, hecha a puro golpe de trombón que sitúa la acción en su punto,
comienza la primera escena.
No
basta con que el viceconde de la ciutá, Emerildo Paniagüi, vocifere por las
calles, con ayuda de su lugarteniente, Perchorrillo, promoviendo la “lavaccione
con acqua fresquita la zona
cuestionabile”, en alternativa a la impresión paleolítica en papiro, que ha
llevado a una obstruccione en el Sistema conductivo de los residuos urbanitas.
En
una reunión de urgencia, Perchorrillo canta un aria donde dice haber oído hablar
de “Varicco”, un trotamundos que alquila sus conocimientos para llegar al fondo
del asunto en cuestiones donde nadie quiere remover los argumentos. Promueve
para ello un estilo muy “gondolero” en su trabajo, evitando una cercanía o
“implicación” excesiva.
Cuando
termina de cantar, primero le piden que no lo haga más, en el poco conocido
movimiento llamado “no Re Bises, per favore”. Después, votando a culo alzado,
acuerdan mandar llamar a Varicco.
En
un momento quizá con más contenido de la obra, surge el coro cantando con un
matiz desesperantemente nasal en su voz. Espectadores cercanos al proscenio,
junto con los de las primeras filas del patio de butacas, se levantan, se
informan y cuentan al resto del teatro que, por asfixia preventiva, entonan con
pinzas en las napias. Sentados de nuevo, la acción describe con comicidad
contenida cómo se penalizará proporcionalmente a quienes aporten más argumentos
sólidos póstumos, dado que aumentarían la dificultad de que el agua corriente
vuelva a serlo. Aparece la canzione “mascagas/maspagas”.
A
partir de que el coro se va, la escena se torna sombría y se oyen truenos
domésticos. Por la izquierda aparece el tosco, oscuro y torvo Aquaforti Pertaponni, aspirante al puesto de
Paniagüi, quien manda llamar a Perchorrillo a gritos y susurros
alternativamente, dado que no mide bien la distancia entre la casa del
lugarteniente y la tasca donde se sienta el malvado truhán, canalla y bribón.
Antes
de que pueda taparse los oídos, debido a tener tapada la nariz, Perchorrillo
recibe en plena cara un aria molto pestossi, en la que Aquaforti le pone al día
de sus pretensiones, anunciándole un producto milagroso que, usado “al finale
di cada giornatta”, devolverá a la ciutá la fluidez comunicativa entre las alcantarillas
y los inodoros descritos con letras pequeñas, también llamadas letrinas.
En
un momento de tensión externa, Aquaforti sufre un momento de tensión interna.
Se oye a lo lejos cómo entonan maldiciones los miembros de una patrulla de
vigilancia nocturna, que penalizarán la dispersión de depósitos individuales
aunque sean desesperados. Es el caso de Aquaforti, que canta el aria “Disborde
di presa deprisa” y a continuación, Perchorrillo se ofrece a sentarse antes que
él sobre una fría piedra para que no le provoque respingos al posarse
interpéricamente. Aquaforti consigue así un mínimo consuelo antes de dar el
cante.
Mientras
se baja el telón y se entiende lo que pasa, el virtuoso Canaloni entretiene con
un solo de cisterna que, por la intensidad dramática, tiene que repetir.
La
guardia lo detiene, mas Aquaforti, digno, no se mueve un ápice hasta que
desahoga su conflicto eliminando su producto interior bruto y sonriendo ante el
atestado policial que incluye “dar parte de lo sucedido”.
Varicco
se entera por el ruido de los acontecimientos y ve su triunfo cerca. Noche tras
noche, varilla en mano, rompe barreras y airea hogares permitiendo que sean
habitables de nuevo. Pero el cansancio hace mella en él. Se para en una
alcantarilla y entona un canto de frente, no de canto.
Aparece
el coro, provisto de dos cubos de agua cada uno de sus miembros, que vierten en
la plaza para poder cantar. A dos voces, le sueltan el “Al alba frigaré,
frigaaaaaré, ma per la nochie non taponaaaré”. Y Varicco lo ve claro. Corre a
la torre donde Aquaforti va a ser tratado con Tanageli, una pócima de il
Dottore Leonardo Desguinci.
Un
redoble de tambores y bombos acompaña la voz grave de Varicco:
-¡Non
ingerire, mío amicco! -canta Varicco-. Vengo para salvarti. He aquí mi tesis.
Al
bajar la voz, la orquesta cede y acompaña con dos panderetas.
Y
en pocos versos, que el coro contrapunta, entre ellos Emerildo cubierto el
rostro por una capa, Varicco explica que “a la caída de la noche” se aplique un
producto “ablandatori” que permita la comunicación fluida entre uvedobleceses y
Kk River con un simple toque de su varita mágica.
Esa
misma noche, en el castillo del viceconde, se firman los contratos por obras y
servicios, dado que en los servicios todo el mundo obra. Y se termina la obra
con un verdadero despliegue de la sección de vientos de la orquesta, en un
frenesí de pasiones largamente contenidas.
El
productor del teatro, en oportunista efecto, rocía el ambiente con un suavísimo
aroma de flores frescas, cuya publicidad aparece en las cofias de las
limpiadoras domésticas que bailan felices alrededor de los actores mientras
éstos saludan a un público tenso que, en su mayoría, pregunta al personal
auxiliar por el mismo habitáculo.
4 comentarios:
por mucho interés que le ponga disimulando la opera yo creo que todos se han dado cuenta que el tuvo un apreton y perfumó al publico y actores menos mal que ese dia no asistí al teatro muy bueno el relato besos,
Yo creo que no hay ambientador que logre didimular la que has formado en un momento. ¡Amigo,se mastica la peste! Jajaja veo que dominas tanto la ópera como la "obra" conjugando ambas magistralmente. ¡Menudo postre! Magnífico relato in crescendo hasta el fumigado final.
Graciosísimo,Gabriel. Envidio tu dominio de la escritura y tu genial sentido del humor y te agradezco el rato tan divertido que nos has regalado.Al dominio de la ópera y la "obra" que dice Inma yo añadiría un sobresaliente en "italiano". Un abrazo.
¡Hola, Mac!
Bienvenida y muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo fuerte.
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