sábado, 1 de diciembre de 2007

PREMONICIÓN


Me preguntaba a menudo el porqué de ese sueño que me visitaba casi a diario, más insistentemente en los días aquellos en los que teníamos que compartir trabajo; esos días en los que tu presencia parecía aliviar mis tediosas horas de oficina.

Era un sueño del que despertaba agotada sin llegar a recordar qué provocaba ese cansancio, y donde me derramabas descarado el vaso de agua sobre el teclado.

Lo descubrí hace muy poco. Ahora, mi piel se eriza de sólo recordar el motivo por el cual ya no lo sueño, y por el que llevo desde la A hasta la Z, grabadas en mi trasero.

5 comentarios:

Gabriel dijo...

Son muchas relecturas. Le quedan otras muchas más, y siempre me sorprende este golpe de humor elegante con el que se redondea. Que nadie busque la tapa de tu caja de Pandora.

Lola García Suárez dijo...

Isa, me ha costado entenderlo (posiblemente por mí, no por ti). Y el sentido que le he encontrado me ha dejado un poco noqueada. A riesgo de que os riáis, ¿los sueños son húmedos, o nada que ver?

Isa dijo...

Todo que ver, Loli; son sueños húmedos y premonitorios. Acaban siendo ejecutados sobre un teclado. ¡Algunas cosas no pueden esperar!

Ailema dijo...

Je je je Mi Isa y su carita oscura. Luna lunera cascabelera :-)

Anónimo dijo...

No ni ná. El vaso de agua es lo que es. Y tó lo que sea ruido de muelles, lo mismo da que sean tecleos culares. si los teclados resisten nuestros dedos, no veas cómo tienen que amortiguar, caramba. Que entro en tu cuento y como siga escribiendo me van a sudar las yemas. Me ha encantao isa. Este es erótico de los buenos.