Ceuta.
Ana María Moncherche, una mujer que se fue a Ceuta a comprar marido a buen precio, se volvió como una furia sin llegar a coger el ferry de regreso. Llevaba el ticket de compra:
-Porque soy una señora la mar de fina y educada, cabrito, no te pongo la cara al estilo alfombra persa enrollada. Mira, mira cómo se me ha deshinchado, que antes de embarcar le han dado dos mareos, ha llamado a su madre, me ha dicho que todavía no quiere niños, que a él el fútbol los domingos por la tarde… ¡Cualquier marido tarda lo menos cinco años en ponerse así!
Antes de que todas las mujeres de la tienda corearan la devolución del dinero, el vendedor se quitó el delantal, echó el marido que acababa de venderle en una caja para devoluciones y él mismo, alto, rizado y de un metro noventa, se pasó el lector de código de barras por el pecho y se fue con la mujer. No le cobró la diferencia.
-De mi tienda no se va ninguna descontenta mujera, -dijo al salir mientras se ponía la chaqueta.
4 comentarios:
A eso se le llama buena y personalizada atención al cliente, zizeñó. ¿De cuanto tiempo es la garantía por un marido? No por nada, sino por si se necesita saber, jajaja
Jaja.
A mí me gusta mucho el título y la historia (que ya conocía, lo juro por Bochornosix, el vecino de Asterix) me recuerda esas formas de mercadeo tan personales de la zona.
¡¡¡cualquier cosa es un marido!!!, peroahí está, ese vendedor entre vendedores, que tiene su clientela contenta.Pero, me pregunto yo, ¿cómo se solucionará el problema cuando corra la voz de que te cambian un tio de tres al cuarto por macizote enchaquetao?
Habrá que esperar próximas entregas,jejeje
JAJAJÁ...
...JAJAJÁJAJAJÁ...
¡Eso es descubrirlo a tiempo y lo demás son tonterías!
¡Ay, si se pudieran hacer devoluciones...!
El título nos deparará sorpresas varias; estemos atentos.
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