Los viernes, presidente, te prohibo
ponerle algo más fuerte al
desayuno:
se embala y lo galopas como el
Huno
tu corcel negro, salvaje y sin
estribos.
Es Dekretor, crin negra, es
indomable,
relincha con furor lo decretado:
nos lincha después de habernos
linchado
y graba el BOE con fuego
inapagable.
No dejes que se escape del establo,
pásate al descafeinado cuanto
antes:
olvídate de pactos con el diablo.
Prueba a hablarle, recuerda tus
votantes,
tus amigos, ya sabes de quien
hablo,
que al resto lo olvidaste mucho
antes.
2 comentarios:
A la abeja semejante,
para que cause placer,
el epigrama ha de ser
pequeño, dulce y punzante. [Juan de Iriarte]
Amigo, me ha encantado tu regreso con este epigrama poniendo firme al mismísimo presidente. Muy ingenioso. Un besazo.
Me ha gutado tu descripcion de ese
buen desayuno que describes haber si
te hacen caso. Un abrazo
Publicar un comentario