Acércate a mí; no te dejes influir por mi físico; no pienses en mi excesiva delgadez,
en mis ropas pasadas, en mis hundidos ojos.
Ven hacia mí, caminemos juntos, y no tengas miedo, que es sólo un ensayo; aún no ha llegado tu hora.
Publicado por Isa en miércoles, noviembre 21, 2007
Etiquetas: Isa
7 comentarios:
¡Qué refilón de la Parca!
Da más miedo que si te hubiera trincado del todo.
Una pasada.
Es una pesadilla de esas húmedas, en la que te despiertas con la boca llena de tierra y dices: "¿qué he hecho, por dios, con quién he estado? Escalofriante.
Escalofriante suspense con resoplido final. ¿Final? ¿Qué sabemos del final?
Tus palabras en su boca convencen a cualquiera.
Jo, que susto. De veras que da grima. Me gusta
Qué puñetero miedo me ha recorrido el alma con la última frase...
Isa, escribes de muerte (y perdón por el "lieu commun")
Gracias, anónimo. Pretendía conseguir ese efecto en el lector y tú me has hecho llegar que lo has sentido.
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