viernes, 30 de noviembre de 2007

FELICITACION NAVIDEÑA

Lucía pasaba a diario por aquella calle. La casa de los Morgan era sencillamente impresionante y a ella le gustaba imaginarse en sus salones y en la majestuosa biblioteca que poseía, según decían las lenguas bien informadas de la ciudad. En el jardín un enorme magnolio, que según se decía, lo había plantado el bisabuelo de los anteriores propietarios, en la actualidad venidos a menos.El gran tronco gris y poderoso, las perfectas hojas verdes, brillantes y ahora envueltas por la iluminación navideña, todo era una perfecta estampa navideña; todo menos aquel elemento colgante que pendía de sus ramas.
Lucía pensaba que aquel árbol era uno de los signos de ostentación que los Morgan podían permitirse, sobretodo después de aquel golpe de suerte que el cabeza de familia tuvo en la bolsa de New York hacía unos años. Desde entonces, la rivalidad entre los Morgan y los Linsey se había hecho cada vez más y más evidente. Si los Morgan contrataban a los mejores interioristas, Mckensey and Mckensey, para redecorar el cuarto de juegos de los niños, los Linsey contrataban los Macarty and Cia para engalanar el cuarto de billar. Su rivalidad iba en aumento y Lucía pensaba que aquel elemento tan poco navideño colgado del magnolio no iba a hacer sino empeorar las cosas entre ambas familias.
- Esta vez se han pasado- pensó para sí mientras contemplaba la imagen- Cuando Ruth Linsey se vea ahí, le va a dar algo.
Lucía sintió como poco a poco, las gentes se iban agregando a aquel macabro espectáculo y como contemplaban atónitos la imagen de aquel elemento tan poco navideño.
- Desde luego, ¿Qué mal gusto hay que tener!- dijo el señor de pelo blanco y abrigo gris que acababa de incorporarse al grupo de espectadores.
- No cabe ninguna duda- apostilló una señora de mediana edad que no dejaba de atusarse el cabello mientras se balanceaba.
La muchedumbre fue creciendo y creciendo tanto, que los vehículos hubieron de detenerse para no solo evitar atropellar a alguien sino también para unirse al espectáculo. La policía tuvo que intervenir, acordonando la zona e intentando, sin éxito, contactar con los Morgan.
- No están en casa- les dijo Lucía. –Les vi abandonar la casa ayer tarde, llevaban la ranchera con un enorme abeto y muchas maletas.
-Gracias señorita- respondió el policía.
Lucía permaneció allí, contemplando el gran alboroto y como los policías disolvían aquel tumulto que amenazaba con colapsar el tráfico de la ciudad. Cuando todos se hubieron marchado, ella hizo lo mismo, no sin dar un último vistazo a aquel monigote vestido de navidad colgado del magnolio. A la mañana siguiente, oyó en la radio mientras desayunaba:
“Encontrada ahorcada la Sra. Lindsey en el jardín de los Morgan. En el bolsillo de su chaqueta se halló una nota con el siguiente texto:
Ahora soy yo la que copará todas las revistas. ¿Qué tal sienta no ser portada? ¡FELIZ NAVIDAD!”

Teatro exprés

Esto es verídico. Llegué en bici. No por ser ecológica, sino porque odio los problemas de aparcamiento. Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Como estamos en avanzado noviembre, llegué sudando y con las manos y la cara a punto de congelación. Mal comienzo para ir a un concurso de teatro en el que toca escribir a mano.
La primera sorpresa es que no había mesas, sino una sala con poca luz y sillas de plástico de esas incómodas de las terrazas de verano, pero sin brazos. Nos entregan las bases y…nos dicen que podemos irnos a escribir a cualquier parte. Los presentes saltamos de alegría. Mi amiga Amelia y yo,decidimos irnos a un bar próximo.
Tras el cafetito, el intercambio de ideas. ¿Rivalidad? Ninguna. Camaradería y diversión.
El desarrollo del argumento ha de ser en un "bar de copas". Nos miramos.
-¿Tú vas de copas? pregunto
-Desde hace años, responde.
-Pues yo, menos.
Dispuestas para la lluvia de ideas.
Creo que para que eso no se note, voy a desarrollar el acto en el servicio, dice ella.
-¡Qué oloroso!, en el servicio de un bar de copas donde sin luz apenas… Pues yo pondré a dialogar a un par de camareras tras la barra.
Como ella se expresa mejor en femenino pensamos: ¿Lesbianas?, ¿Quizás un travesti?, ¿Un rollito?, ¿Algún problema con el pintalabios?, Igual queda un poco raro, pero ya está el argumento de ella.
Lo mio ha de ser menos fuerte (por mi afición a escribir literatura infantil):¿Una polaca de intercambio?,¿una chica del montón?, ¿un problema común y un cliente baboso? . Esto puede ser indigerible.
Las dos escribimos como posesas. Tachamos, releemos… No hay tiempo. En tres horas es difícil montar algo que sirva como obra de teatro.
Suena el teléfono de Amelia. Es su hijo que también concursa y nos anuncia que concluye el plazo de entrega ¡No acabamos!¡Me falta el título!¡A mí el final!
Carrera y nueva sudada para llegar a la entrega. Sin aliento recogemos nuestro lote de libros por participar.Nos felicitamos por el esfuerzo. Mañana esperaremos los resultados. Hoy, creo que me he ganado otra ducha.