sábado, 24 de julio de 2010

Experimentos (3).

Sobre deslizamientos.

Juicio por presunto adorno protuberante frontal-parietal estilo padre de Bambi. Móstoles. Pruebas periciales realizadas con los implicados y en directo.

Se deben tener dispuestos los siguientes materiales:

1) Losas recién fregadas con lejía neutra después de lijarlas bien.

2) Dos o tres ladrones hábiles y experimentados.

3) Pastillas para suavizar muchísimo la garganta.

4) Varios toboganes unidos y untados de aceite suave de coco.

Objeto del experimento: Intentar que la mujer que ha tenido un desliz lo explique y se archive su causa sin causar más quebrantos que algún que otro tropiezo marital con los marcos de las puertas.

Preparación y desarrollo del experimento.

Habla el dueño del presunto tendedero ambulante.

-Katty, cabrona, ¿tú me la pegao con er de lah patillah grandeh, er Seba?, es decsir, ¿tú ha tenío un deslí a lo largo de las setenta y do horah que lleva en vigó nuestro contrato maridional? Te pregunto má que ná por saberlo.

Habla la presunta instaladora de la antena portátil.

-Mira, Dioni, no te puedo hablá bien con esta ronquera rasposa (¡aplíquese inmediatamente el punto 3) y no dejar de acosar!).

-Pues, ejem, ejem, uicht, qué bien hablo ahora, cuánta suavidad…Yo ya tú sabes que lo mío es deslizarme cantando coplas mientras friego y pulo el suelo (¡aportar con rapidez la prueba 1) y comparar las losas perfectas, de laboratorio, con las del suelo de la cocina, llenas de mierda pringosa. Desarbolar, desarbolar es el método!).

-Ay, miratú. Que seguro que la Nati, la denfrente, te ha dicho algo de si entraron hombres aquí, por la ventana, y yo salí rápido para protegerme a casa del Seba. Pues puede ser, pero el tiempo justo de desatribularme. (Aplicar testimonios del punto 2), para que demuestren y digan “Señora, es imposible entrar por esas ventanitas” y la dejen muerta: ella salió por la puerta, medio en pelotas y andando, como dice la Nati, que también es muy suave y hay que meterla en el experimento).

-Pues la cosa, en resumen, era la de irme a la piscina un ratito a mojarme los dos pies. Si te refieres al ratito ese de charla con el Sebas, tú me dirás qué desliz es ese, ayporfavó. (Aplíquese con rapidez el punto 4) y láncese a la implicada por los toboganes en él, comprobando que las prendas del bikini se quedan prendidas en las curvas de ajuste y se llega en completa exposición dermatológica al final del tramo, desembocando con suavidad en la misma puerta de la casa del Sebas).

La demostración es evidente y el jurado tira a la Katty cáscaras de frutos secos.

La Katty se desmorona, se levanta y resbala una vez más, esta vez en el parquet.

La vida sigue.

La ciencia triunfa.