lunes, 15 de marzo de 2010

EL SECRETO


¿Qué quieres contarme con tu rumor incansable y arrullador? Siempre acabo en silencio, mirándote y esperando; esperando quieta, impaciente, para ver si entre ola y ola, el resquicio de una idea me hace adivinar lo que quieres de mí.

Pasan las horas y decido abandonarte, yéndome con mi vacío a la vida que me espera; entonces tu murmullo me persigue, se enreda en mi pelo, entre mis piernas y me arrastra de nuevo hacia ti, irremediablemente. Es cuando me entrego a tu vaivén, a tu purificadora caricia de sal.

A veces llegas a helar mi piel, más nunca mi alma, que siempre queda expuesta a la profunda oscuridad de tu ser.

Me sumerjo entre tus aguas a modo de piruetas y te siento mía, porque te tengo para mí, y aún así, quisiera el imposible privilegio de tenerte toda.

Inmensidad transparente, espejo de mis sueños ¿qué quieres contarme, que siempre acabo sin saber de qué verdades me hablas? ¿Me hablas del tiempo que ya no tengo? ¿Me hablas de la noche sin nuevas caricias? ¿Me hablas de las estrofas sueltas de un poema que alguna vez perdí en ti?

Cuando la vida me envuelve y nos aleja, siento que me perteneces, porque te llevo dentro. Y caracolas suenan en mis sentidos, y me acompaña tu música eternamente. Pero ni ellas aciertan a cantarme tu secreto, ese que guardas y que me muestras a medias cuando te contemplo.

Yo volveré aquí, a tu lado, cada día, aunque sea en sueños, para seguir rebuscando en tus sonidos, el arcano que para mí sé que guardas.

No lo pierdas entre tus amantes.