lunes, 2 de marzo de 2009

Y quédate con todo lo demás.

No te pido devolver

me el gabán o el pañuelo

que tú te llevaste ayer,

al levantarte del suelo

borracha. No puede ser

declararte mis desvelos

por siempre, si es menester,

y te agarres por los pelos

con mi madre, sí mujer,

y en un minuto meter

le dos tirones de pelo

recién peinado, joder,

porque mostrase recelo

al no poderse creer

tu amor sincero, Consuelo,

¡si no te tenías en pie!,

¡si te bebiste el pomelo

mezclado con el jerez!

Sólo te pido el gemelo,

pareja par que le per

tenecía a mi abuelo

y no lo quiero perder.