jueves, 17 de junio de 2010

Un poquito de mí

Acabo de terminar de leer un libro. Cuando acabo un buen libro que me haya enganchado, da igual de lo que sea (siempre que cuente una historia), me queda un gran vacío. Demoro la lectura de sus últimas páginas para que me dure la emoción un poco más. Pero termina, y yo desearía que siguiera. Me gusta cuando, en los epílogos, el autor cuenta cómo siguieron la vida sus personajes transcurridos unos años. Sueño con despertar algún día en algún lector una emoción parecida a la que siento ahora. Lo cierto es que escribo poco. Mañana empezaré un nuevo libro y me dejaré llevar a otros lugares, a otras situaciones y acompañaré durante unas semanas a sus personajes en su mundo ficticio...