Ahí está. Derecho, paciente, enhiesto. Por encima de otros que se pasan el día por los suelos. Aunque en el fondo es una pura contradicción: a pesar de los 40º del exterior se lleva todo el día abrigado, arropado a la moda egipcia. Y esta contradicción le hace sentir seguro, le hace olvidar que no cumple los dictados de su especie, le mantiene indiferente a su cuerpo magullado y maltrecho. Pero que nadie confunda su despiadado inmovilismo. No es orgullo, es precaución. Cualquier movimiento en falso se puede transformar en dolor. Y él, lo sabe. Y todo por querer ver las estrellas en una noche de verano. Y las vio, pero sin mirar al cielo.jueves, 3 de septiembre de 2009
MI PIE DERECHO
Ahí está. Derecho, paciente, enhiesto. Por encima de otros que se pasan el día por los suelos. Aunque en el fondo es una pura contradicción: a pesar de los 40º del exterior se lleva todo el día abrigado, arropado a la moda egipcia. Y esta contradicción le hace sentir seguro, le hace olvidar que no cumple los dictados de su especie, le mantiene indiferente a su cuerpo magullado y maltrecho. Pero que nadie confunda su despiadado inmovilismo. No es orgullo, es precaución. Cualquier movimiento en falso se puede transformar en dolor. Y él, lo sabe. Y todo por querer ver las estrellas en una noche de verano. Y las vio, pero sin mirar al cielo.
Publicado por
Lola García Suárez
en
jueves, septiembre 03, 2009
10
quenosleen
Etiquetas: loli
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)