martes, 21 de diciembre de 2010

A LOLI.

Loli te alterna el compás

de un pincel sobre una tela

con una pluma y su estela

por el envés y detrás

del papel blanco que anhela

contar una historia más.

Hace libros para niños,

te los escribe y dibuja

historias de hadas o brujas

o de príncipes lampiños.

Loli te enciende la luz

con un trazo de pintura,

y te pinta la ternura

como quien la lana pura

teje con punto de cruz.

Del tango de sol y sombra

al baile de los colores,

artista entre los pintores:

sevillana que me asombra.

A Loli.

A IRENE.

Sangre de la rima libre,

voz limpia, ritmo diverso,

compás de ideas en verso;

ingenio de gran calibre:

Irene con su Universo.

Valentía de contar

aventuras sin sonrojo.

Con amaneceres rojos

o noches de trasnochar

en busca de aquellos ojos

que ella se paró a mirar.

Plenitud agradecida,

ella nació porque quiso,

y se inventó el Paraíso

para dedicar su vida

al poema libre, conciso

o la prosa divertida.

La va a soñar quien la lea:

sentencia por los renglones,

cuenta, regala, propone…

tu mente se recompone

y te aclara las ideas.

A Irene.