Te voy a querer para que tú me quieras,
te voy a querer más allá del amor,
y voy a quererte como la primera
ocasión en que tuve bastante valor
y guardé en mis ojos tus ojos de fiera.
Espero que me quieras tú más o menos
la mitad de mi verdadera intención
así seré el doble de malo o de bueno
amándote en esa misma proporción.
La cosa está clara: aunque tenga que darte
partido en dos o en tres mi corazón,
para repartirme y que cada parte
te quiera con fuerza y organización,
poniéndole orden: primero besarte
y luego esperarte, y luego en función
del sol de tus ojos no parar de amarte.