domingo, 9 de octubre de 2011

Almonaster otoñal











Mientras continúe esta sequía de palabras, os hablaré con mis imágenes.
Estas fotos pertenecen a Almonaster la Real, un pueblo que se merece algo más que un paseo por sus empinadas calles y un degustado de productos ibéricos.

UN DIA EN LA SIERRA NORTE DE SEVILLA

Amigos y amigas:

Por darle algo de movimiento al blog, os contaré que ayer estuve en la sierra norte con una de mis hijas y mi yerno. Recorrimos varios pueblos de la misma, que son todos muy bonitos. En San Nicolás del Puerto, ya adentrados en la sierra, pude contemplar unas cascadas de agua preciosas, que las produce el río Huesna al saltar por unas rocas. A mí me encantó tanta belleza natural y me apena lo poco que lo valoran algunas personas; si todo este tesoro natural desaparece, desaparece la vida. Esperemos que nunca ocurra. Si yo supiera poner fotos lo haría pero soy una torpe, a ver si mi hijo lo hace cuando venga; esto reconozco que no es nada interesante pero al menos estamos en contacto, un abrazo fuerte.
Paquita.

AUNQUE MAÑANA SE ACABE.

Después de tal latido como éste,

cómo pensar de nuevo en conquistarte;

a ver si están los cielos de mi parte

o al menos para algún cuerpo celeste.


No hay verso que mejore lo que tocas,

la levedad furiosa de tus besos,

la ausencia de dolor ni el aire espeso

que queda al respirarlo de tu boca.


Cómo empezar de nuevo el galanteo,

sintiendo que se electrocuta el cuello,

que se eriza mi piel, se riza el vello

al acercarme a ti dando rodeos.


Qué voy a conseguir tras tu respuesta,

después de tanto vértigo y mareo

con giros, con parábolas; no creo

que merezca la pena dar más vueltas.


Tampoco sé si acierto el acertijo

muriéndome por verme satisfecho

de haber cumplido, los deberes hechos.

Insuperable vida, punto central y fijo:

haber nadado vivo entre tus pechos.


Decídelo, mi bien, elige, di

si quieres que mi vida continúe

al lado de la tuya, y se sitúe

mi cuerpo en la promesa que te di.


Será tu propio corazón quien hable,

pues sólo el corazón tiene la clave.

Aún suponiendo que mañana acabe,

será su decisión inapelable

y hará jurisprudencia, bien lo sabes.