sábado, 22 de marzo de 2008

ESPERÁNDOLA



Andas desordenado, alterando incluso el orden de lo que ha de venir, tardío y acaparador. Llegando a rozar el infortunio, estando sin tener que estar, y no dejando paso a su olor, a su calidez; a lo que espero como una oportunidad que se me brinda.

Es mi impaciencia, lo sé; pero quiero tenerla. Quiero que te vayas, y que ella vuelva para quedarse. Quiero el azul perpetuo que me ofrece. Quiero sentir, sin miedo a que reaparezcas, la primavera.