jueves, 6 de octubre de 2011

EDITORIAL OCTUBRE 2011. INICIO DE CURSO.

Desde que nació el mundo, y hace más de tres cuartos de hora de eso, andamos rodeados de preguntas. Se hacen, se lanzan, se piensan y más o menos se responden. Y son las respuestas las que encauzan el progreso en una u otra dirección, llevando al desastre o a la belleza o más sencillamente a una u otra forma de caos.

Preguntas sencillas: ¿Estudias o trabajas? ¿No te tocaba bajar la basura?, no mucho más allá de ¿Te crees que voy a rebajar tu deuda porque sí?

Lo que importa son las respuestas, las decisiones y la puesta en marcha, sin desdeñar, jamás de los jamases, las formas en que lo hacemos, si con los dientes apretados o sólo dejándolos ver, blancos, adornando una sonrisa.

Tras una diatriba como ésta, pocos han podido conciliar el sueño a la primera. Lo sé y –consciente de ello- voy a enviar una pregunta incisiva, concisa, práctica, concreta y nada capciosa. Pero, y aquí está mi modesta aportación, ¡Incluye la respuesta!

Sí amigos, sí. Lo he pensado y sin dudarlo la incluyo un renglón después de formular la pregunta.

Para todos ustedes, sin ánimo de lucro y en primicia, ahí les voy:

-¿Qué hace falta paraleernos?

-Escribirnos.

Tengan ustedes muy buenos días.

Reto literario "Aunque se acabe mañana"

Hoy me asfixia el aire
necesito tus palabras.
Quiero perderme en ti
para redescubrirme
sumergiéndome en tus ojos,
entreabriéndote mi alma
por si quieres asomarte
para prender un poema
o un profundo beso,
sorprendiéndome siempre,
emocionándome...
con tus manos, con tu cuerpo
abrazándonos furtivos
alejándonos del mundo
inventando amor amándonos
hoy,
aunque se acabe mañana…