¿Herirte de amor sincero?
no es fácil saberlo hacer…
empiezo al amanecer;
al despertarme, te quiero.
Nace tu aroma certero:
Incoas el expediente
fuerte café, té ligero,
después tu sabor ardiente
y al saborear, te quiero.
Aguarda el agua caliente
por llover tu cuerpo entero;
recorrido irreverente
y, aun sin charlar, ya te quiero.
Te ríes, no pongo un pero;
con gesto de mercenario
busco tu beso diario
y por respirar, te quiero.
No me olvides, no me hieras;
quiero quererte, sin más.
¿Te pondrás a ello, harás
que, al finalizar, me quieras?
Ya no sé lo que me espero:
si tu arañazo a traición
o retornar al colchón,
porque, la verdad, te quiero.