martes, 12 de agosto de 2008

PAN, MANTEQUILLA Y MERMELADA (I)


¿Os imagináis pasar una tarde en un lugar donde la música suena espontáneamente y puedes divertirte viendo malabaristas, magos y artistas, donde puedes recrear la mirada con pequeñas tiendas de objetos pequeños llenos de color, donde puedes tomarte un capuchino en una terraza mientras el aire se llena de olores dulzones, donde puedes elegir entre un muffin, un gofre o cualquier otra cosa (da igual todo está buenísimo), donde las flores cuelgan de las esquinas formando un mosaico para los sentidos entre molduras y cornisas, donde hay puestos con todo y para todos los gustos? Pues existe un lugar así: Covent Garden.