domingo, 6 de julio de 2008

MICRORRELEVO 1

BRILLO

El estampido no pudo avisar desde tan lejos, de modo que, aunque estaba a punto de atardecer, el Sol que no traiciona a los que tantas veces han ido a meterlo en la cama, con su último guiño del día lanzó un reflejo sobre la última bala que salió al caer al suelo el fusil del último de los soldados del ejército enemigo, que se retiraba sin ganas de luchar. La bala no venía sola, la acompañaba el brillo y por eso el hombre del otro ejército (también enemigo, que también se retiraba) no tuvo más que levantar la mano donde tenía su anillo y, gracias a que la luz viaja tan rápido, reflejar el rayo de luz de regalo y cegar a la bala.

Es difícil de creer, pero hay que tener en cuenta que la bala estaba pulida a conciencia, y el caso es que, varios metros antes de llegar a su objetivo previsto, la bala se desvió hacia un agujero negro. Allí lleva mucho tiempo, sin nada que hacer.