martes, 15 de mayo de 2012

Anuncios por palabras (2)


Caballero de buen ver y en su peso, con capacidad suficiente para sustituir la corbata por una palomita de lunares, se ofrece para bulto en cócteles, público en presentaciones de libros y acompañante en paseos pausados por el parque. Cualquier parque. Como único punto conflictivo, comunico que en mi presencia jamás, pero jamás, se puede poner verde a Mario Moreno Cantinflas. Acabo de salir de la trena por partirle la nariz a uno que dijo que era un artista “encasillado”. Ojo con eso, que me salgo de madre. Por lo demás, una seda.

Si está harto de caerse al no cogerse del autobús mostrando al mundo lo bajito que es o sufre un exceso de visión sobaquera de los viajeros que le acompañan en el metro, utilice Columgarre, un sistema de dos cadenas y una madera que, fácilmente enganchable a la barra del transporte colectivo, le hará vivir un agradable trayecto, con cómoda sujeción, así como pedir que le empujen por detrás y, al balancearse, propinar enormes patadones en las gabardinas de esos que se la dejan puesta hasta en agosto.

Si viene el calor y usted suda hasta debajo de la ducha, cómprese Hielodul, un sistema de líquidos dentro de globos que se traga usted blanditos, sin masticar y, tras meterse dentro de un congelador seis horas, sale usted hecho un bloque por dentro. Se quedará usted helado de lo bien que funciona. Consulte a su farmacéutico y verá como ningún esquimal ha formulado queja alguna del funcionamiento del producto. Hielodul. No produce ardores.

Estricto profesor de piano se ofrece para clases a domicilio. Horario y honorarios los pongo yo, de modo que puedo aparecer por la puerta de cualquier dormitorio y decir en pleno miriñaque algo como “!ajajai¡”, solicitar en el acto un “parad este acto” y mandarlos al piano sin rechistar a ensayar el tercer acto de la Novena y rezar una novena, pudiendo además exigir –en el acto- tarifa nocturna.

Ex hermano mayor de la Secta de los Iluminatti se ofrece como guía en visitas a cuevas. Llevo la Luz pegada en la frente y basta que me acaricien los omóplatos en el sentido de las agujas del reloj para que acumule la suficiente electricidad estática como para atravesar de punta  a punta el túnel de debajo de los Alpes. Tarifas reducidas a grupos.