domingo, 1 de enero de 2012

Apelativos cariñosos.

-¡Bruja, más que bruja! –dijo el mago oscuro Cloroformokor a su mujer Tilsamora con el rostro bañado en lágrimas, cuando ella le presentó su título de hechicera de primera recién adquirido en la carísima universidad de Trukkonian, del segundo mundo inmundo y paralelo, el selectísimo Peogordovon.

Y sin copiar ni hacer trucos.

-¡Capullo, más que capullo!, -respondió Tilsamora cuando vio cómo –en una cajita junto a su esposo- el primer gusano –Fernandito- se había enroscado en una hermosa nubecita de seda amarilla.

Como por arte de magia.