miércoles, 13 de enero de 2010



Hoy ha amanecido lluvioso. Desde esta robusta atalaya, contemplo el ir y venir de esas gentes que añoran el sol, el bullicio...
Desde siempre, contemplo esta ciudad a la que pertenezco. Ahora dicen que languidezco, que me estoy muriendo lentamente. Sin embargo, yo me siento más viva que nunca, rodeada siempre de gentes, de arte, de vida...
Dicen que me muero, pero yo sigo mirando a esta ciudad con ilusión, con esperanza, con deseo. Soy de Sevilla y Sevilla es mía; sin ella, yo no sería nada y ella sin mí, sería una ciudad más, sin ayer y sin mañana.
Ha amanecido lluvioso. Las gentes transitan bajo un fino aguacero. Y todos elevan su mirada hacia mí. Soy robusta, pétrea. Dicen que me muero, pero la vida sigue viviendo en mi.