martes, 30 de junio de 2009

Cosas de verano

Un buen día paseando por la playa me encontré a la madre de una buena amiga mía. Nos saludamos efusivamente, pues hacía tiempo que no nos veíamos. Ella llevaba un bañador y en el centro del escote le asomaban unas cuentas de madera. Le dije que igual se le había caído el collar y entonces tiro de él. Para mi sorpresa se sacó un gran rosario que, me confesó, portaba para rezar a ratos cuando se cansaba de hacer el crucigrama de un librito enrollado, que también llevaba en el escote acompañado de su bolígrafo correspondiente. Perpleja me quedé cuando sonó su móvil, que por supuesto se sacó de allí también, perfectamente acomodado junto a un pañuelito doblado con las llaves del piso dentro. ¿Llevaría tambien la sombrilla y la minibutaca?Con un escote así, ¿quién necesita bolsa playera?