martes, 22 de enero de 2008

SUEÑOS DULCES

Mi niño soñó que me pedía caramelos.

Para que no soñara con caries, me dormí y le dije que no hasta la hora del almuerzo.

La madre de mi mujer, que vive con nosotros, se durmió para decir que un caramelo no le hace daño a un niño, por Dios bendito.

Soñé que esto es lo que hay porque lo digo yo y el niño se puso a llorar.

Para evitar pesadillas, mi mujer tuvo que dormirse para soñar y dormir al niño en sueños.

Al día siguiente, ni el niño fue a trabajar ni nosotros al colegio.