sábado, 5 de julio de 2008



VIDAS PARALELAS



Se miraron fijamente y en silencio. No tenían nada que decirse, ya se lo habían dicho todo, y ahora sólo quedaba decirse adiós.
Bruno y Andrea nunca se habían separado. Desde que se conocieran aquella noche de finales de agosto de los noventa, sus vidas siempre habían estado unidas, próximas, cercanas. Nunca se habían separado. Siempre juntos. Siempre creando sueños, viviendo historias. Por eso ahora, cuando sus trenes tenían direcciones opuestas no supieron que decirse. Solo se miraron fijamente y en silencio. Como un imán, sus labios se buscaron. Se besaron, no les importó las miradas ajenas. Se besaron con un último beso y guardaron en sus corazones ese adiós que no supieron pronunciar.
Se miraron por última vez. Por megafonía sus tres anunciaban partida.
- Bruno…
- ¿Sí, Andrea?
- Nada. Hasta pronto
- Hasta siempre, Andrea