domingo, 9 de agosto de 2009

"Playeando"

Hoy me quedé un rato mirando a un hombre en la playa. No, no era un “cachas” de los que te alegran el paseo mañanero. Se trataba de un enorme tipo, rojo como un cangrejo, sin camiseta, medio apoyado en una gigantesca nevera y rodeado de multiples bártulos que parecía hubieran tirado allí en medio sin paracaídas. No disponía de gorrita, sombrero ni sombrilla. Parecía muerto. Al sentirse observado abrió sus enormes ojos rojos y nuestras miradas se cruzaron. Estaba vivo. Pude continuar el paseo. Al menos tenía una neverita.