lunes, 29 de diciembre de 2008

CUENTO DE REYES


Pablo y Carlos son dos amigos que siempre juegan juntos. El día de Reyes, a Pablo dejan un caballo grande de cartón. Carlos lo mira una y otra vez, aunque sin participar del juego ya que solo había un caballo. Pablo, por su parte, no se sentía bien al ver que su amigo no disponía de otro caballo igual con el que jugar a carreras. De pronto tiene una idea que le parece extraordinaria. Va al patio donde su madre tiene un barreño con agua, el niño sumerge al caballo en ella y espera pacientemente que se ablande para poder separarlo y convertirlo en dos; cuando estuvo a punto lo sacó del agua y con cuidado lo separó hasta conseguirlo, los puso al sol para secarlos. Una vez secos, Pablo le dio a Carlos una parte y él se quedó con otra, de esta forma tenían un caballo cada uno, eso sí, con sólo dos patas, pero no importaba, ya podían jugar a carreras y divertise juntos. Pablo fue un niño desprendido que le gustaba compartir con los amigos. Cuando se hizo mayor, siguio con su remojar de {caballos} pero ya de cosas más importantes, amor y ternura, todo un ejemplo de buena persona.

sábado, 27 de diciembre de 2008

FACTURA (I)

Estimada doña Juana Patricia:

 

Adjunto le enviamos factura pro forma relacionada con los servicios prestados por nuestra agencia PolvyAmor durante los días 24 y 31 de diciembre, ambos inclusive, a través de nuestro operario J Arthur Gencias:

  • Entrada arrebatadora, justo al abrir 15,00 €
  • Caída tonta en blandito y con sonrisa boba 10,00 € (promoción)
  • Difusión de perfume Fogliarette a tuá (10cc) 5,00 €
  • Apertura de champán (gratis, lo pone el hotel) 0,50 €
  • Apertura de faja opresora, modelo Mobby Dick 9,50 €
  • Muerdo inicial, sin soltar las copas 11,00 € (promoción)
  • Apretón contra la pared estilo 9 semanas y ½            10,00 €
  • Disculpas a los vecinos, que odian a Mickey Rourke   5,00 € (extra)
  • Manejo sutil del picardías, hasta sacarlo como un jersey 2,00 € (extra)
  • Empujón a la cama, tras fallo inicial al suelo -4,00 €
  • Cosquillas desinhibidoras, manoseo picarón 6,00 € (promoción)
  • Repaso general firme entre muerdos y pellizquillos 15,00 €
  • Risa cómplice ante grititos agudos sin sofocar 5,00 € (promoción)
  • Disculpas a los vecinos, que odian a Doris Day 5,00 €
  • Recogida del suelo tras éxtasis múltiple, menos mal 5,00 € (extra)
  • Promesas falsas de que volverá por usted, no por la pasta 10,00 €

  •  
  • Total.................................. 110,00 €

Estos servicios incluyen el IVA.

Los señalados como en promoción, disfrutan ya en su precio final de un 15%  hasta el 05 de enero de 2009. Los marcados como extra tienen en su precio final lo justo para compensar a los que están en promoción.

A la espera de su orden habitual de transferencia, reciba un cordial saludo y los mejores deseos para el próximo año, en el que esperamos seguir contando con su distinguida presencia como clienta selecta, sin olvidar enviarle nuestro catálogo de invierno primavera.

            Atentamente,

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Crónicas Urbanas (IV)

Curvas.

 

Año 1986.

Línea 33 de autobuses urbanos de Sevilla, con final de trayecto en la Plaza Nueva.

Entrada en la Plaza desde la Avenida de la Constitución, con toma de curva digna de Fernando Alonso, para llegar, dejando a la derecha el ayuntamiento, hasta su parada final.

El violento giro del conductor, loco por terminar su turno, permite, provoca, obliga, a que una turgente señora agarrada con una sola mano a la barra vertical, gire cual tornado sobre sí misma, al estilo final de un baile vertiginoso, antes de caer.

Resultado: la señora termina sentada de modo contundente sobre las piernas de un señor sentado junto a la ventanilla.

Miradas de sorpresa. Miradas acompañadas de mordida de labios y apretón de narices del resto de los viajeros. Se busca evitar el detonante de la risotada general. No se logra.

Agravantes: Intento de levantarse, intento de ayudar a levantarse. Ambos vanos. Nueva curva y asentamiento de las posiciones iniciales, con rostros tan cercanos que invitan a pensar en un amor a primera vista. Esto último desmentido al aparecer en escena la esposa del agraciado con la sentada en su regazo.

Parada final. Vuelta a la normalidad, puesta en pie, salida y despedida más o menos cordial. Mirada torva de la cónyuge que se repite entre dientes que a los hombres “no hay que dejarlos solos ni en el autobús”. Disolución aparente del evento.

Sorpresa y traca fina final: La protagonista que ha tomado asiento obligado es la esposa del conductor. Bochorno. Frase de adiós de la esposa inicial: “Donde las dan…”.

Acabáramos.

ES MEJOR ASÍ.

-Ni triste ni contento vienes a por mí,

con una idea fija, digo ¿no, Fermín?

-Ay Magdalena, hija, dime en qué te herí.

-Al no decir jamás te quiero ni algo así.

 

-Que sea una pilinguis, puta, es decir,

no te autoriza a considerarme, en fin,

mujer sin sentimientos y sin pedigrí.

-No entiendo lo que dices, no te veo venir

qué demonios te ha entrado por el magín.

 

-Pues pasa que estoy harta ya del sin vivir

de que entres en mi vida un día porque sí,

y al día siguiente yo no exista para ti.

 

-Mira, Magdala, creo que este devenir

sobre tu cama blanda, y tu frenesí

no tiene otro futuro ni  otro porvenir,

así que simplifica, si es que hay polvo o fin.

 

-Quería regalarte un día algo distin

to a tantos otros días, o sea no fingir

amor de revolcones, besos de trajín;

pero no importa, deja, que es mejor así.

 

martes, 23 de diciembre de 2008

TRABAJO BIEN HECHO.

Pensemos en la comodidad: En hacer fácil el transporte.

Señor atracador, háganos caso: tenemos experiencia. Su golpe a nuestro banco, atendido en monedas por las fechas en que estamos, debería salir de aquí con el dinero organizado en unos cómodos envoltorios para monedas –en número de 25 ó 50 unidades- conocidos como ”blisters”. Nosotros le proveeremos de ellos en la cantidad que sea necesaria, pues disponemos de existencias. Si es preciso, nuestro compañero Matías, cajero principal, le indicará mediante un ejemplo cuán sencillo resulta el uso de los citados envases. El tiempo que pierda aquí, insistimos todos los trabajadores de la agencia, lo verá usted recompensado en su intento de pase por la frontera. Ande, ande, coja usted esa mesita del patio de operaciones y trabaje como es debido. 

Renovarse o morir

Parecía que a nuestro blog ya le hacía falta un vestido nuevo así que lo he llevado al estilista y así me lo ha devuelto (abierto siempre a nuevas transformaciones). ¡Ah, y Feliz Navidad llena de ilusión y buenos relatos para todos mis compañeros y para todos los que nos leéis! Muchos besos.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Estas cosas pasan

Móvil de los cojones,
tecnología infame
¿Quién carajo te inventó?
para una vez que no te llevo conmigo
y vas y suenas
¡me cagüentó!


P.D.- dedicado a todas esas personas maravillosas que se angustiaron con mi ausencia.
Felices Fiestas. Besos y abrazos enormes y a miles

viernes, 19 de diciembre de 2008

VIDENTES

Consultorio radioafónico de la vidente y dentista Mari Poncho, especialista en asuntos relacionados con finales en premios de lotería.

 

Ring.

-Buenos días, soy yo por supuesto. Expóngame su caso.

-Antes que nada, felicidardes por el posgrama, zihaputa, qué bien me caes. Ayyyyyyyyyyyyy.

-Grasia, serdo. Y en concreto, paqué llama.

-Soy ministro de argo y juego cuatro euros con veinte con los de la peña de petanca. Quiero, -queremo en realidá- sabé  a cómo van a portarse nuestras inversiones a corto, dado que contamos con los beneficios obtenidos para renovar las mesas del local. ¿Está bien que nos hagamos ilusiones?

-No. Venga parcaraho. Siguiente llamada.

Ring, ring y ring.

-Sigo asquí, al pie de cañón, como una profesioná. Dirme a vé, jabato.

-Mi muhé hase disiocho añio que sá largao con mi jefe, un coleccionista de corbatas. ¿Volveré a verla?

-Soy yo, Marcelo, que no tentera que trabajo en esto desdase musho, que se me largó el marrajo ese con una coleccionista de suhetadoreh. Y no güervo, joé. Cuerga, anda.

Ring. Musho ring. Má que en el boxeo.

-¡Otravé el mismo número! ¡me cago en San Peo Suplente!

-Dirme, Marce.

-Por lo meno quedá pa una servesita, txotxo.

-Güeeeno, quedamo en tu casa, la mía antigua, a eso de las die. Tú sabe donde é.

-Hiole. Taluego. Llevaré una bufanda, pa que me pueda reconosé en la murtitú.

-Despedimos nuestro programa de hoy. Asín es que no se puede. Ahí se quedái.

Bajo las estrellas

Y tan insistente como sólo Dios es capaz de serlo, volvió a nacer por Navidad. Esta vez cambió de lugar, por si había más suerte, pero usando el mismo procedimiento. La joven madre elegida, africana por cierto, fue abandonada a su suerte en el desierto por una familia que se sintió muy ofendida por el embarazo.
Al querer hacerse hombre, de nuevo tuvo que renunciar a sus privilegios. Dejó que la naturaleza obrara, y dada la malnutrición de la madre en esas condiciones, a pesar del maná, no superó el parto. Los pastores no atendieron las señales. Los ángeles se les antojaban sombras en la noche así que se refugiaron en sus cuevas. El bebé sólo pudo ver a lo lejos las montañas del Klimanjaro y se durmió para siempre junto a ella.
El resto del mundo mientras tanto cantaba villancicos.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Ay, Desamor.

Dame tu verso mejor:
El que por curar tu olvido,
pinte que no me has querido
y niegue en rima mayor
a otros versos,
a otros versos encendidos.

Amigos, me han hablado y yo ya lo he visitado, un blog que me parece una maravilla. Es latascasinnombre. Es de una belleza y sencillez que atrapa.Si podéis, no dejéis de visitarlo.Un beso.



La sangre vuelve por mis venas.

No viene de uelta de todo.

Solo de ti.

Pasó por mis pulmones,

donde dejó tu aliento.

tus besos apasionados,

rojos y negros.


La sangre vuelve por mis venas.

No viene de vuelta de todo.

Solo de ti,

de tus silencios diarios.

Pasó por mi corazón,

donde dejó te quieros,

aquellos que susurraste en sueños

y cantaste en un tiempo.


La sangre vuelve por mis venas.

Recorre mi cuerpo.

Va dejando tu nombre,

tus ojos,

tus besos.


Ahora busca limpiarse,

soltar amarras.

Empezar de nuevo.


La sangre viene por mis venas.

Solo quiere ser sangre,

ser, pero sin recuerdos.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

ACERCAMIENTO

Si hago volar la cometa, es probable que llegue lejos, muy, muy lejos.
Allá abajo, hasta la misma orilla, mi amigo alcanzará a tomarla y sabrá que aún tenemos alguna oportunidad para jugar.
Lo malo va a ser que pueda devolvérmela hasta esta altura, desde la que siempre podré verlo.

AÑORANZAS

¡Ssssss!, no hagamos ruido, que los niños pueden oírnos. Guardemos todos los juguetitos. ¡Que vienen! ¡Que vienen!
Sí, Santiago; ya sé que eran nuestros, pero ellos los cuidan bien. Además, de todo aquello han pasado ya dos siglos.

martes, 16 de diciembre de 2008

UN PEDACITO DE CIELO



El otro día me di un capricho.Y acerté de pleno.Me compré el disco de Ainhoa Arteta.
La primera vez que oí hablar de él, fue durante mi viaje a Madrid. En las habitaciones de los hoteles, después de pasear las calles, compartir momentos y degustar una buena comida, me relaja ir de acá para allá por los canales de televisión. Así fue cómo encontré una entrevista con la artista. Y dejó su huella en mi. Pero no fue hasta el sábado pasado, cuando en la radio la volví a oír. Fue una entrevista cercana, personal. Parecía como si una amiga estuviese hablando despacio, suavemente.
Y me dijé, ¿por qué no?. Y ahí está, me compré el disco y descubrí lo que ya presentía, que contenía una voz dulce, serena, envolvente. Es un disco redondo en todos los sentidos. Canciones bien elegidas, unos arreglos de jazz casi perfectos (algunos no me gustan mucho, pero bueno... su voz lo compensa todo) y su voz, su hermosa voz. Es un abrazo sonoro. Es un pedacito de cielo que hay que tener y compartir. Por eso estoy aquí, compartiendo con vosotros, mis amigos, este pedacito de cielo sonoro.
Disfrutad con él como yo disfruto cada uno de sus acordes y melodías.

lunes, 15 de diciembre de 2008

VEGETAR.

Marcial Parra no tenía escrúpulos. Necesitaba dinero y no lo dudó: Llamó a casa de su joven y atractiva tía Paca y, sin que la puerta del apartamento de cincuenta metros cuadrados llegara a abrirse del todo, la agredió hasta aburrirla con varias zanahorias congeladas. Ella, a medio camino entre  desmayarse e intentar cerrar la puerta, le dijo:

-Basta, iré por el monedero y volveré con él. No te muevas de aquí, que hay corriente y te puedes pillar un dedo con la puerta.

En su carrera hacia la calle, con gran ruido de monedas en sus bolsillos, Marcial Parra no se habría detenido de no ser por el enorme calabacín pelado a medias que le lanzó por detrás su joven y atractiva tía Paca, antes de dejarse caer por los golpes de zanahoria, recibiendo el impacto en pleno colodrillo.

Debido al escándalo, varios vecinos de la planta baja, alertados, abrieron sus puertas y prepararon armas defensivas y municiones dentro de sus posibilidades. Si bien hubo quien lanzó al ladrón y atracador Marcial Parra varios matojos de perejil, como el débil señor Rafael González de Alce, no faltó una mujer valiente como la señorita Casilda Palomares, quien se enfrentó a berenjenazo limpio con el delincuente familiar, hasta conseguir cegarlo temporalmente con un aspersor de vinagre para ensaladas.

De hecho, Marcial Parra fue reducido por la totalidad de vecinos, quedando a su cuidado los del entresuelo, que le vigilaban con cebollas pochas que mantenían todo su poder nutritivo y le hacían llorar, para quizá hacerle ir pensando en arrepentirse.

Llegó la policía, armado de recios pepinos y tomates macizos y se hizo cargo del berenjenal.

Antes de salir esposado con espesos ramos de cebolleta en las muñecas, Marcial Parra pidió que le vaciaran los bolsillos y que entregaran su contenido a la agredida, su joven y atractiva tía Paca, junto a un ramo de apio fresco.

A los agentes de policía se les quebró la voz ante el gesto y, tras realizar la devolución allí mismo, en el portal, junto a la habitación de la limpieza prepararon una infusión de hinojo, hierbabuena y manzanilla con una cucharadita de miel de rosas que bebieron todos antes de montar en el furgón policial, recién decorado con flores cortadas esa misma mañana.

INVITACIÓN

Asgard, reino de los cielos vikingos

Y

La Nada, Sin Más,


Participan del próximo enlace de sus hijos predilectos

Odín, dios In-mor-tal de la guerra,

de la sabiduría y (ahí queríamos llegar) la Muerte

y la susodicha Parka, la indomable,

que va de blanco (a saber),

 

Y tienen el gusto de invitarles a la ceremonia

a celebrar en los terrenos previstos para el cementerio

de Somosaguas, el cual, echando un mínimo

de dos eternidades de duración al matrimonio,

damos por seguro quedará (o que dará, yo qué sé)

como solar para 5.000 viviendas VPO de

1, 2 y 4 dormitorios, con magníficas calidades

y condiciones de financiación.

 

El almuerzo posterior tendrá lugar

en el piso piloto de la primera promoción

cuya entrega de llaves está prevista.

(se ruega no hacer la pregunta)

Actuarán para amenizar la fiesta, Hades y sus mariachis y

el grupo de divorciados del jazz “Por vikingo me distingo”.

Aquellos que, en medio del sí (o no) quiero de los novios, estén apuntados para palmarla, que recojan y rellenen cuidadosamente unos impresos que deben presentar a la novia antes de su viaje de bodas, con el que obtendrán una generosa prórroga. En un día como éste, ¿qué novia no te haría el favor de tu vida?

 Somosaguas, a ____ de __________ de _____ 

De Polisemias.

Po zí, que mi papá, camino a zu tajo diario, ze dio un tajo en un deo ¿no? y ze lo tajo pa caza pa que mi mamá ze lo coziera ¿no? y Mi mamá staba en el Tajo de Ronda, padonde zabía ido por un atajo, con un hatajo de borrachah, que zon azín zuh primah, unas borrachaza ¿no?, azín que ze tajó tamién y a mí me dieron una zurra por zuhpendé jografía, porque no me zabía un río una jartajondo que paza por  Cácereh ¿tu lo puede zabé, o tamién tajorvidao?

Inspiración de ida y vuelta

Hoy besé a la musa,
la quise asir a mi cuerpo
pero se me escapó sibilina de entre mis dedos
etérea, evanescente y vaporizada.
Anoche le hice el amor a la musa,
la quise hacer simiente de mi alma
pero floreció y se marchitó
con la premura de una flor de desierto.
Esta mañana grité tu nombre
- ¡Musa! -
y de las oquedades de mi corazón
no sobrevino respuesta
quedándome sola, árida e incompleta.

MODA. DISEÑOS PIONEROS.

El sombrero de ala estrecha.

Fue presentado en el famoso desfile de Pittsburg, el 12 de agosto de 1.902: Un día de nublado tan espeso que, de haber llevado el clásico sombrero de ala ancha, nadie habría visto nada. Ganó el primer premio y un racimo de uvas. Pero su diseñador, al salir a saludar, llevaba la bragueta abierta, hubo grititos y dejó la profesión.

 La pamela anti moho.

En las últimas cuatro ediciones del gran derby de Ascott, se recogieron cuatrocientos diez kilos de pamelas deterioradas por la humedad. Indignada, la Reina Madre sacó a concurso la solución. Ganó el premio la prestigiosa diseñadora Lacomba Bringcandoó. Sus pamelas de goma arábiga habían resistido todos los actos públicos celebrados en los pantanos de Haití. La Reina se dio por satisfecha sólo a medias y ordenó que las mujeres, además, se secaran el pelo. Esto sucedió allá por el 1.932.

 El pantalón giratorio.

¿Quién no se ha fastidiado alguna vez la mano llevando diecisiete bolsas de la compra y, al querer abrir la puerta, no poder coger la llave de la casa por estar en el bolsillo izquierdo del pantalón? ¿eh? A ver, ¿quién no? Pues Heliodoro Puidokas, en menos de una semana, resolvió el enigma: Su pantalón permitía que alguien, con un sencillo giro de media vuelta, nos permitiera acceso a las llaves. Y no nos tenía que meter mano.

 Abrigo comercial.

Los catálogos de productos de la compañía Papporil & Segis, segunda marca de cosméticos de Mónaco, eran difíciles de llevar por sus agentes comerciales, pues el especial satinado de su papel hacía que “se les cayeran al suelo” al manejarlos. El joven creador de moda Phillip Gasserol, sorprendiendo a todos, solucionó el problema con abrigos llenos de bolsillitos por dentro, para los frascos y barras de labios. Y por fuera no se notaba casi nada, ni te hacía más gordo, oye, de lo bien cosidos que estaban.

 Azafatas cómodas.

En el vuelo 102 Madrid-Burgos del 7/12/1994 surgió algo hasta entonces impensable. Reproducimos el texto original para conservar la frescura y fidelidad de los hechos:

PURI TERE (azafata): Esta falda, esta blusa, este gorro, estos zapatos… ¡Oig qué incomodidad más grande, sobre todo al servir langosta en “salse blue di mignon”!

LOLO POLENSKI (pasajero): Señorita azafata jefa y única del avión, tenga usted SU maleta, y póngase usted SU uniforme, devolviendo, por favor, el de mis niñas majorettes infantiles, que desfilan esta tarde para la Casa Real.

Tomás Tagarna, diseñador andorrano, viajaba en el mismo vuelo. Lo visto allí le llevó a aconsejar a todas las mujeres “y siempre que fuera posible” ponerse SU propia ropa. Con esta idea, ganó cuatro medallas seguidas en grandes certámenes de alta costura. 

Una de jamón

Fue mi santo. Me regalaron un cuchillo jamonero ¡Qué ilusión! y ¡Qué peligro! todo al mismo tiempo. Es como una relación prohibida que apasiona y angustia al unísono.
La paletilla ya estaba empezada y su cuchillo antecesor le había hecho un flaco favor, así que dispuesta a estrenarlo lo saco de su funda y pareciendo que cobraba vida por un momento se me va de una mano a otra y acaba cayendo entre mis pies. ¡Qué susto, por favor! Mi pobre perro que siempre me observa de cerca cuando trabajo en la encimera, por si acaso, huyó despavorido pensando en un atentado por mi parte. Lo recojo. Menos mal que la punta sigue bien. Nuevo intento. Loncha fina. La siguiente espectacular. La tercera… nuevamente con su vida propia y su propia iniciativa tropieza con el hueso, luego con la tabla y de un rebote se clava contundentemente en le mueble que colgaba delante de mí. Mi marido me contempla pasmado. Decido que cenaremos queso.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Las mudas del deseo

Lo mismo que París,
siglo tras siglo,
muda su piel de tela de comerciante,
yo mudo trajes de brillo
por otros de oscuridad.

Noches de cabaret
habitan mis entrañas, tinieblas
de humo y neón.

Cuando me entregues tu nombre
como antes me entregaste tu cuerpo,
como vestiste mis sueños,
como pintaste mi cielo.

Cuando me entregues tu nombre
te ofreceré un beso.
El beso,
el largo beso de la noche.

GRANDES ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS (I)

LAS CUENTAS CLARAS.

  Los Reyes del cólico van para Córdoba a pedir cuentas a Gonzalo, el Gran Capellán. Y como van para allá,  pues llegan.

 NANDI: A ver qué nos cuenta este muchacho.

SABELITA: Por lo que cuentan…

E.G.C.: Un único gran saludo para ustedes los dos, que me trae más cuenta.

 NANDI: Por la cuenta que te trae, cuenta, cuenta.

SABELITA: Ten en cuenta que venimos a echar cuentas.

E.G.C.: No sé a cuenta de qué se ponen ustedes así, a la defensiva.

 NANDI: Pues que nos han dicho que eres un pájaro de cuenta.

SABELITA: Se cuentan tantas cosas de muchos…

E.G.C.: Talmente. Esto se ha puesto hasta arriba de cuentistas.

 NANDI: Queremos saber el saldo de la cuenta que teníamos en Cuenca.

SABELITA: Y dónde está el collar de cuentas que te presté.

E.G.C.: Pues lo vendí por fin cuenta.

 NANDI: ¿Cómo que por fin,  cuenta?

SABELITA: Las cuentas claras, aunque el dinero no aparezca.

E.G.C.: Por fincuenta ducados, perdón que tenía un hueso en el diente.

 NANDI: Al grano, y descuenta de tu sueldo el collar.

SABELITA: Eso, que lo has vendido por tu cuenta y riesgo.

E.G.C.: Bueno, pues ahí van mis cuentas (comprueba que están abiertas todas las puertas mientras entrega libros y libros en blanco).

 NANDI: Entrega algo a cuenta, por lo menos.

SABELITA: De prisa, que yo estoy fuera de cuentas y me canso.

E.G.C.: Er… pues nada, nada, majestades, ustedes a lo suyo, que yo ya les envío el resto por valija diplomática. (Se escurre por el fondo, con suavidad).

 Ruido de caballos rápidos. Muy rápidos.

 NANDI: Nos la ha vuelto a dar, tenlo en cuenta para otra vez.

SABELITA: (Cuenta hasta diez para no decir barbaridades). Otra vez, Nandi, yo ya he perdido la cuenta.

 Se van los reyes, como han venido, sin una moneda ni un balance. Se llevan las Cuentas del Gran Capellán. A su salida hacia la Corte las carcajadas se oyen en toda la ciudad. Parecen tontos, nunca se dan cuenta.

viernes, 12 de diciembre de 2008

CRÓNICAS URBANAS (III)

Advertimos a los lectores que en esta crónica, si bien partiendo de hechos contrastados, se puede advertir cierto –mínimo- grado de alejamiento de la realidad. Por si acaso.

Año 2007. Sevilla, avenida de la Barzola.

Se ve venir el autobús y la gente que espera indica con la mano levantada su intención de subirse en él. El autobús aminora la marcha.

Una vieja que tira de su carro de la compra, avisa con ademanes estilo molino de viento que también quiere subir. No le dan opción, pero vagamente le indican que un segundo autobús llegará de inmediato. El autobús primero arranca y se va.

La vieja se relaja y se aproxima a la parada. El conductor del segundo autobús no ve a nadie en la parada y no piensa en detenerse en ella.

Aquí surge el verdadero conflicto: Por el imprudente cruce de un peatón, el conductor se ve obligado a parar en seco y la vieja se impulsa como un resorte, viejo, hacia la conquista de la parada. Si llega antes, tendrá derecho a subir. El autobús, tras unos breves insultos al peatón, reanuda el camino, lento al principio, con velocidad creciente. Aún no ha alcanzado a la vieja, que ya sueña con esperar al autobús y detenerlo. El conductor es experto, el autobús nuevo y la aceleración lleva la competición al paroxismo.

Varios transeúntes afirman que el autobús llegó antes. Otros afirman lo contrario.

Tras el visionado de la cinta grabada en la parada, el juez no tiene criterio para decidir. Pero la vieja, lista como el hambre, propone la revisión a cámara lenta. Fotograma a fotograma. En el momento en que parecen coincidir autobús y vieja, el juez congela la imagen y se nota limpiamente cómo la pierna derecha de la mujer pisa el umbral de la parada antes de que la rueda del autobús traspase su vertical. “Fotofinish dixit. Ya lo han usado en las olimpiadas”, afirma la vieja sonriente.

El veredicto es claro. La empresa de transportes urbanos regala a la vieja un bonobús gratis y una bufanda de sus colores corporativos. Con ella puesta, entra en el hogar del pensionista como una reina.

Estaciones fantasmas

Viajes a ninguna parte
aviones de papel
trenes de juguete
maletas vacías
típicos tópicos
¿Estás seguro amor de que es esta tu parada?

Mientras hago la cama

Recorres mi espalda
con la yema de tus dedos, sacudo
las sábanas.

Vísteme con tus manos
mientras hago la cama.

jueves, 11 de diciembre de 2008

SOLEDAD

El edificio no estaba tan bien cuidado como antes, cuando se encargaba Luís. Y el jardín apenas tenía flores. Echaba de menos las petunias que Julio le llevaba cada día al templete, al verla sentada para desayunar. Sólo nacían esas hierbas tan altas, tan duras, tan difíciles de arrancar…
 Se sentía muy sola. Los hombres que pasaron por su vida y por su casa se fueron más tarde o más temprano dejándola sola, su único temor. Soledad, con canas pero aún firme, se dio cuenta de estar hablando con la tierra sin sembrar del patio trasero. 
El recién nombrado jefe de Control y Auditoría no perdió un segundo. Sincronizó la apertura de la caja con los petardos de la feria. Antes había repartido cientos de cancelaciones de cuentas, pulverizando la estafa: Profesional, rápido y con tiempo para perder si querían pillarlo. Para entonces, como un clásico, estaría lejos. 
Tras desviarse por la comarcal encontró una serie de pequeños hoteles, pero los evitó viendo que estaban bien comunicados por teléfono. Siguió un buen rato hasta ver una casa blanca con un cartel con habitaciones libres y un gran jardín. Paró y fue hacia la entrada con su maletín. Después recogería o mandaría recoger la ropa al encargado. 
“¿De viaje de negocios?”, “Es muy joven”, “¿Casado?”. Soledad hizo las preguntas de rigor mientras el hombre firmaba el libro. “¿Rogelio Zurita?”, se dijo que habría preferido  Pepe López; le gustaban las mentiras de toda la vida. 
Tras tomar un café, el hombre parecía con más ganas de hablar. Había consultado las noticias por su ordenador y sabía que le buscaban. “¿Soledad?, curioso nombre, viviendo sola”, bromeó con su anfitriona, al parecer la única ocupante de la casa. Recordó estar lejos de otros hoteles y gasolineras, y supo que estaría bien pasar un tiempo recogido aquí, hasta que las primeras páginas se las llevaran otros. Y que no había vecino cercano a quien llamar.  Y que la mujer siempre sería un estorbo. 
Dejó caer la tarde y la buscó por toda la casa con una cuerda entre las manos, sin zapatos para no hacer ruido; notó que algo sibilante pasaba junto a su oreja seguido de un golpe seco, miró hacia atrás, y vio un machete clavado en la puerta de la cocina. Se le heló su sangre fría. 
Tras buscarla de nuevo en cada rincón, se sintió mareado; la vio venir, sonriente, y él también sonrió tensando la cuerda entre sus manos, pero notando que lo hacía sin fuerzas. Ella seguía avanzando hacia él, que, sorprendido, sentía cambiar el aspecto de su cara, seguro de que el pánico superaba al vértigo. 
-Eres de los que menos ha aguantado mi café -le dijo la mujer-. Y tu hueco lleva mucho tiempo esperando en el jardín. Dame esa cuerda.  

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Incertidumbre

Y sola, como tantas otras tardes del frío invierno se sentó en su cocina a tomarse un café. Al acabarlo, se quedó mirando fíjamente el fondo de la taza buscando un futuro incierto entre los posos del café. No había nada. Transcurrió una hora perdiéndose en sus pensamientos. Miró de nuevo el fondo y …nada. Entonces recordó que había utilizado café soluble.

domingo, 7 de diciembre de 2008

EL FIEL AMIGO

En las horas amargas
de mis noches en vela,
acudo al fiel amigo
que callado me espera.
Y le voy confiando
mis dudas y temores,
todas mis inquietudes,
mis muchos sinsabores.
Atento y silencioso,
va escuchando mis cuitas
y nunca me defrauda:
siempre acude a la cita.
Yo no guardo secretos
para tan fiel amigo,
él me brinda su apoyo
y siempre está conmigo.
Yo le muestro mi alma
cual cristal trasparente,
sabe de las ideas
que pasan por mi mente.
¿Que quién es este amigo
tan fiel, noble y atento?
El blanco inmaculado
papel de mi cuaderno.

Paquita, siete de diciembre 2008 domingo

sábado, 6 de diciembre de 2008

Diciembre

Ha llegado el último mes del año, según el calendario, pero por Dios que no es el último mes en nuestros calendarios.
Diciembre trae sentimientos contradictorios, a unos la alegría de ver a sus seres queridos que viven más lejos, en cuanto a distancia, de lo que quisieran. A otros la pena de no poder recuperar para estas fechas a otros amigos o familiares que se marcharon para no volver.
Pero sobre todo hay a quien le gusta hacer lista de lo no hecho, de lo pendiente por hacer, de los deseos... Y yo entro en ese grupo. Yo tengo mi particular lista.
Tengo a un amigo que lleva las mangas de los chalecos llenos de Ases, siempre dispuesto a mostrarlos boca arriba para sacar alguna artimaña de tahur y... ¡tachán! nos entra la risa.
Tengo una amiga que nació niña y niña se quedó. Hace disfraces y enseña a los niños la magia del teatro.
Hay una rubia de pelo rizado con aires de meiga que sabe hacer con un trozo de arcilla, un poco de acrílico, algunas palabras y sus recuerdos cuentos de hadas que viajan y ven mundos.
Otra nena grande tiene el buen saber hacer de mezclar hielo con amor, infancia en botas rojas y lápidas que se cierran sin producir miedo, lágrima ni escalofrío.
Tal otra también se ríe, del conejo de Alicia, reflexiona en los vagones de los trenes y no sabría decir si pinta palabras o escribe colores.
Luego llega la paz de la sabiduría. Los años le cubren los ojos, siempre dispuesta a oir lo estrictamente importante pues lo demás lo recibe desde el corazón y ya bien basta. Ella tiene un novio que se llama Guadalquivir. Se hace la remolona y no me lo quiere presentar.
Llega el terremoto que nos despeina el flequillo, a l@s que lo tenemos y l@s que no. Tu fuerza, esa tormenta de mar entre las manos, de te quieros sin pedir nada a cambio, de guitarras prestadas y vino dulce cerca de la chimenea. Es el Rey Baltasar de su propio patio que huele a jazmín y dama de noche.
Servidora poco tiene que decir de sí. Que también tiene deseos pendientes pero el que encabeza la lista es uno de dice "por favor estrella no dejes que esta lista se pierda, se acorte o se olvide"

Mi deseo... mi deseo para vosotros es que nunca os falle la musa, que las palabras os vengan a miles, tantas que sea más fácil recogerlas bajo la cama que abrir las ventanas para que se las lleve el frío.
Este no es el final, es el principio. El principio de un bucle infinito.

viernes, 5 de diciembre de 2008


Amigos, aqui estoy de nuevo, para compartir con vosotros mi nueva hornada de platos. Ya, ya sé que este es un blog literario, pero hijos míos, si no me sale una palabra seguida de otra, ¿qué hago?.
Bueno, nada, que ahí tenéis mis nuevos tesorillos cerámicos.
Un beso

jueves, 4 de diciembre de 2008

RELATILLO DE NAVIDAD.

Luis y Begoña creían en la Navidad. Hermanos gemelos de nueve años, organizaban las fiestas sin pedir la ayuda de sus hermanos mayores ni sus padres.

Con lápices afilados y unas letras redondas pero fáciles de leer, comenzaban con los dulces y terminaban con la carta individual a los Reyes de cada uno de los miembros de su familia. Una vez escritas y firmadas, ellos se encargaban de echarlas al correo.

El hermano mayor, universitario, estaba de mal humor y soltó durante la cena que eso de los Reyes estaba para los críos pequeños. No para Luis y Begoña.

Se hizo un silencio incómodo y cuando miraron a las sillas donde se sentaban los gemelos, habían desaparecido.

El universitario miró al abuelo para reprocharle lo mucho que mimaba a los chicos. El viejo no se defendió y pidió comprensión para su inocencia.

-No les durará mucho ya, con estos tiempos; ten paciencia.

El universitario se volvió para servirse patatas, mientras respondía que él, el abuelo debía traerlos a la realidad. Cuando giró para ofrecerle la fuente de las patatas, el asiento del abuelo estaba vacío.

Los padres y los dos hermanos intermedios comenzaron pacientemente a explicar al universitario cómo en su infancia fue él quien puso en marcha el protocolo de las cartas y los dulces.

-Basta de juegos, estamos comiendo, –cortó el universitario-. Por favor, a todos nos llega el momento de deshacer la mentira.

Esta vez, mientras desaparecían antes sus ojos, en directo, el padre le decía:

-No te confundas, tarugo. La mentira y la ilusión no tienen nada que ver.

El universitario estaba aterrado.

-Por favor, volved conmigo. Es que Raquel no me ha querido decir si vendría conmigo a la fiesta de fin de año.

Volvieron a aparecer, en sus narices, para sentarse y seguir con la cena.

-Que no se repita, chaval, dijeron al unísono Luis y Begoña. Y firma tu carta, que es la única que falta. Tarugo.

LISBOA

También de ti se irá Lisboa,
es decir, ya se fue, ya va muy lejos,
con sus colinas de casas blancas,
los celajes de Ulises sobre sus piedras
y la niebla que va y viene entre sus barcos.
Lisboa se fue por esos rumbos del camino
por donde huyó la juventud,
sin que retengas la huella de un guijarro.
Hoy es memoria, ausencia, sueño,
pero palpaste su suelo antes de verla,
su viejo río era esa raya honda
que cruza la palma de tu mano.
Y tal vez si te apresuras la divises,
puede encontrarse tras el muro de ti mismo
donde se expande el horizonte.
Es decir, has de esperarla a cada instante,
suele anunciarse de improviso ante los ojos,
Lisboa se oculta, retorna, va contigo:
hay un jirón de su crepúsculo
en la sombra de quien cruzó una vez sus calles
que lo va acompañando por el mundo
y se aleja con pasos desconocidos.

Eugenio Montejo.


Hace unas semanas alguien a quién tengo en gran estima, me hizo este regalo.
Eugenio Montejo fue un poeta venezolano. Para mí encierra este poema una belleza difícil de superar, pero además, muchas otras cosas me despierta, me remueve dentro.

Quiero compartirlo con todos vosotros para saber qué os dicen estos versos, qué os hacen sentir; en definitiva, cómo los interpretáis.

Y por supuesto, amiga, te lo dedico a ti.

martes, 2 de diciembre de 2008

Grandes Batallas de la Historia (IV).

Batalla campal en Cancha Pomeroni.

 

Se produjo, ¿no es sierto?, en nuestra canshsha, que es donde más se jalean las boludeses del equipo que viene acá para mostrar que no vieron una cosa más redonda que sus tapas de alcantarishas, ¿vieron? En este caso se trataba de la pandisha de los del colegio del otro lado de la cashe 28, dos cuadras más abajo de lo de Borgito’s, esa sala donde las minas disen que bailan, si bien tengo que desirles que no más giran alrededor de un palo y se caen y apenas se levantan…

Tá güeno viejo, resién continúo lo de la batasha.

El referí pitó que la pelota para arriba, tratando de comensar la partida. Una partida de baskebol, no sé si les puse en antescendentes. Aquí empesamos de puro locos con lo nuestro, esos cantitos que nos han hecho la fama en todo el sur de Mar del Plata. Cosas como “así les vamos a matar scuatro veses si tenés hombría para encanastar, canijos de la madre que les…” no más el largo de eshos pilló la bola arriba y se la pasó al pleimeiker, ese que ustedes le llaman el base, ¿El base de qué?, ustedes los gashegos siempre en jaque.

La cosa es que nuestro siete se sintió espoleado y pateó la dentada del nueve de eshshos, ése que les dije, el base, y éste no más sacó un genio que nadie ni se lo esperaba. Ni sus masajeadores ni el señor Alterio Petramantaro, presidente de su club, pudieron pararlo.

“¡Andáte fuera de aquí si no sabés soportar una broma de entrada!”, le gritamos desde la gradería, pero él, lleno de ardores combativos y estomacales, tiró de arsenal de la bolsa y a base de bombas fétidas dejó apagadita a la forofa, que sofocó su pasión.

Ahí ya no se pudo parar la sunami.

Mirá, de trompadas van, trompadas vienen, estuvimos serca de hora y media, justo hasta que tocó la bosina para el tiempo reglamentario. Nos dimos las manos, devolvimos unas gafas de sol y firmamos el empate, aunque era clarísimo que el alero alto de eshos, el dose, estaba rebién incrustado cabesabajo en su aro, lo cual podría interpretarse como una  ensestada a sero para nosotros. Pero sha no había ganas de discutir y nos retiramos a estudiar la táctica para la siguiente partida, que jugamos contra los Narufas del sentro Luis Ravioli, unos pibes que juegan mirando al suelo de pura timides introspectiva. El año pasado les ganamos no más de barrido.

¿Tá grabando todavía, viejo? Pará, ¡pará, te dije y andáte!