martes, 23 de febrero de 2010

CINE DE AUTOR.

Amigos,

Este homenaje a una vida dedicada al cine, que me otorgáis porque los demás no han venido, os lo agradezco muchísimo. Paso sin más a resumiros mi carrera.

Aunque el día de la boda de mis padres decidí estrangular a mi socio y actor principal, Mathías Moderne, no llegué a terminar con su vida por lo tarde que era. Fue allá por los años setenta, en plena moda del cine de autor. Lo hice para mejorar su dicción, pues en los diálogos largos, donde tenía que pronunciar palabras en alemán, tales como pingajoparia o tragaespatulen, se le entendía mal y, por mucho subtítulo en castellano que añadiera, jamás logré que mis películas protagonizadas por él consiguieran un segundo pase después del estreno para la prensa.

Cuando se me pasó la moda del arte y ensayo e hice desaparecer el sonido de mis obras, él mismo se encargó de suicidarse. Lo hizo el día de su boda, de modo lento y cruel, visionando mi filmografía completa: murió antes de la proyección del segundo rollo de la primera película, que por cierto él no había visto antes.

Mañana, cuando en mi turno termine de recoger la basura que habéis tirado en la fiesta, colocaré esta estatua en su tumba, por dentro, junto a un cactus que le puso su mujer con la que me fugué el día de su boda.