martes, 28 de enero de 2014

Hoy, sí.

Habían pasado ya las navidades. La cuesta de enero avanzaba y con ella, cada tarde, mermaba la cesta de mantecados. No iba a ir tirando por ahí lo que tanto había costado comprar este año de crisis.
Pero esta noche comenzaba. Cenaría solo fruta, para compensar.
Comenzó con un platanito, para seguir con tres hermosas naranjas guachis, y un kiwi. En el cajón del frigorífico encontró un par de persimon que decidió agotar y un resto de uvas. Eso comenzó a abrirle el apetito y partió la piña. Como tiene mucha fribra y no engorda, se la zampó completita y de postre unas nueces. La reineta haría buena compañía a una infusión.
Y se acostó feliz. Orgullosa de sí misma, por haber comenzado con la operación biquini un 28 de enero.